Entre las historias que se cuentan del metro capitalino, hay una que habla de la estación secreta, una que nadie ha visto, pero que tiene una parte de leyenda y otra de realidad.
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Con la cantidad de mitos y leyendas urbanas que existen sobre la Ciudad de México, es imposible que el metro, el sistema de transporte más importante de la ciudad, se libre de ellas. Dentro de sus larguísimos corredores subterráneos y estaciones intrincadas se alojan decenas de leyendas. Algunas de ellas anidan solo en la imaginación de los pasajeros, mientras que otras están basadas en la realidad. Una de estas últimas es la estación secreta.
Imagen de: Blog – Martha Robles
En el metro se han vivido amenazas de bomba, temblores y choques. Se han visto fantasmas (como el de Pino Suárez), y ratas gigantes. Se han desenterrado reliquias antropológicas, como un cráneo con más de 11 mil años de antigüedad que se encontró en el metro Balderas, cuando se hacían las excavaciones para construir la estación. Incluso se habla de estaciones clasificadas, las cuales, en teoría, están reservadas para el ejército, en caso de que se presente una emergencia de gran magnitud.
Sin embargo, una de las leyendas más sonadas es la estación secreta del metro, o la estación fantasma. Dicen que hay varias estaciones que nunca fueron inauguradas, y que ahora existen en un limbo entre la existencia y la no-existencia, sin vida humana que las pise. No obstante, nunca se ha podido comprobar su veracidad. La estación secreta que sí es de verdad es una réplica de estación de metro, la cual sirve para capacitar a los nuevos trabajadores.
Imagen de: MxCity
Dicha estación se encuentra anexada a la estación del Metro Zaragoza de la Línea 1, en las instalaciones del Instituto de Capacitación y Desarrollo del Metro. Cuenta con el mismo mobiliario que una estación normal: iconografía, estación de control, taquilla, torniquetes y hasta la reproducción de un túnel. Sin embargo, no pasan trenes por aquí, ya que las réplicas se usan para enseñar y aprender las señalizaciones y lo que significan. También cuenta con una reproducción de un pupitre de control de tren, donde los operadores aprenden a operar los vagones de manejo.
De hecho, la estación secreta se puede visitar, pero se necesita tramitar una visita guiada por medio de un oficio en las oficinas de Atención al Usuario que están arriba del Metro Juárez. Así que ya sabes, la próxima vez que te hablen de estaciones fantasma, acuérdate de esta, que sí existe.
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*Imagen destacada de: Latin US