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Se dice que el cuerpo de Porfirio Díaz fue embalsamado y está bien conservado, e incluso que Televisa quiso repatriar su cuerpo.
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En Generalísimo José de la Cruz Porfirio Díaz Mori será polémica toda la vida; debido a su gobierno, a sus políticas y a su fallecimiento luego de ser exiliado tras el inicio de la revolución mexicana en 1910. Su último deseo fue que sus restos se quedaran en el lugar de donde era originario, en Oaxaca, específicamente en la Basílica de la Soledad.
Porfirio Díaz exilió en Francia
Díaz pasó sus últimos días en el exilio en Francia, hasta el día de su muerte el 2 julio de 1915. Antes de eso, muchas construcciones urbanas fueron influenciadas por su gusto por todo lo francés, la capital cultural del mundo en el siglo XIX y XX, y consideraba que México debía ser lo más parecido posible a ese país.
La causa de la muerte de Díaz, fue endurecimiento de las arterias, lo cual originó diversas complicaciones médicas. Su cerebro se debilitó y sufrió un fuerte ataque de disentería que fue combatido por los médicos pero su estado general de salud fue decayendo poco a poco.
La última esposa de Díaz, Carmelita Romero Rubio, decidió que fuera embalsamado con las mejores técnicas de la época para que su cuerpo permaneciera en perfecto estado para cuando trasladaran su cuerpo a México; pero incluso Carmelita no vivió para ver ese acontecimiento.
Embalsamiento de Porfirio Díaz
Cuando el historiador mexicano José Manuel Villalpando estaba buscando archivos de la Sureté Générale, encontró una “receta” o acta del médico con las indicaciones de cómo fue embalsamado el cadáver del expresidente; es aquí donde aparecen los químicos completos usados para el proceso de conservación del cuerpo y las cantidades suministradas de cada sustancia.
Manuel Villalpando visitó al embalsamador de la funeraria Gayosso quien le confirmó que por los químicos y cantidades usadas, el cuerpo del expresidente podría mantenerse en perfectas condiciones pese a haber fallecido hace 107 años. En términos generales, el cuerpo está momificado.
Una vez que el expresidente fue embalsamado y conservado, fue llevado a la iglesia Saint Honoré d’Eylau, esperando a que el cuerpo pudiera ser repatriado y llevado a su natal Oaxaca, sin embargo, al no tener las condiciones necesarias para hacerlo y después de 6 años, sus restos fueron trasladados al cementerio Montparnasse, donde permanecen sus restos desde 1921 a la fecha.
El lugar donde se encuentran los restos de Díaz está cubierto con la bandera de México, y sobre ella, un busto en bronce del expresidente, imágenes de la Virgen de Guadalupe, una fotografía, una corona, y floreros con flores artificiales.
¿Regreso a México?
Se ha intentado que los restos del exmandatario estén resguardados en México, y de hecho, ya que se piensa que en caso de que sea posible repatriar los restos puede ser posible que su cuerpo no haya sufrido tanto deterioro debido a la forma en que fue embalsamado.
Pero eso no puede ser posible porque su esposa Carmelita Romero, pagó las cuentas de panteón francés en donde permanecen los restos de Díaz; y sus descendientes que viven en Francia se encargan de pagar los derechos del cementerio, así como los derechos religiosos.
A lo largo de los años, se han dado cinco intentos por repatriar los restos de Díaz; el primero después de su enterramiento, luego en los años 50, 60. El cuarto fue quizá el más inhóspito. Durante el gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari se difundió la telenovela sobre el período de Porfirio Díaz, llamada El Vuelo del Águila.
Con el éxito de la novela, el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, tuvo la iniciativa en 1994 de traer los restos de Díaz con el fin de transmitir todo el proceso en dicha cadena televisiva. Pero, se dice que Ernesto Zedillo, el presidente de México en esa época, no aceptó la propuesta.
El quinto intento se dio en 2010, centenario de la Revolución, donde se evaluó la posibilidad de que los restos fueran repatriados, pero se suspendió la petición porque se temía que una vez que los restos estuvieran en México, fuera posible llegar a destruir la tumba.
Asimismo, porque los descendientes de Porfirio Díaz se resisten a trasladar en privado sus restos, pues quieren un reconocimiento de sus acciones como héroe militar. Por supuesto, el gobierno mexicano aceptará ese título.