Foto destacada: National Geographic en Español
La Atlántida Maya de Samabaj ayudará a profundizar nuestra comprensión de las creencias y rituales religiosos de los antiguos mayas
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Cuando un buzo investigaba el lago de Atitlán, en Guatemala, 1998, descubrió las ruinas de un antiguo lugar de peregrinación maya que condujo a décadas de excavación. Lo que se halló, fue una isla olvidada de enorme importancia religiosa, una “Atlántida mesoamericana” sumergida, invisible e intacta durante más de mil años.
El lugar se llama Samabaj y es una oportunidad única para dar con muchos restos de la civilización maya que no se vieron afectados por saqueos, el vandalismo ni colonialismo.
Lo que revela esta inmensa isla hundida el lago Atitlán ( “lugar de agua” en náhuatl) al suroeste de Guatemala; es una extensión rodeada por un anillo de volcanes. Poseía una isla con un pico solitario, rodeada de agua y rodeada de montañas… Se cree que este lugar representa el centro mismo del cosmos, donde habían tenido lugar los primeros actos de creación de los dioses.
Pero por muchos siglos, la isla fue venerada y un lugar de peregrinación por fieles de todas las tierras altas de Guatemala. Se estudiaron las estelas de humo en los cielos, interpretando los mensajes divinos enviados por los dioses a los sacerdotes y peregrinos.
Atlántida Maya
Pero todo esto desapareció en algún momento entre 250 y 300 d.c., cuando el volcán Atitlán hizo erupción, los canales se bloquearon y el nivel del agua comenzó a subir tragándose la tierra, los tesoros y templos. Todos abandonaron la isla hasta que el buzo Roberto Samayoa exploró el fondo del lago.
Los arqueólogos se mostraron escépticos, asumiendo que algunos pedazos de cerámica perdidos debían haber caído al lago. En 2007, Samayoa trajo sus propias fotografías de escaleras de piedra submarinas, plazas e incluso una plaza pública, que los investigadores comprendieron la magnitud del descubrimiento: ruinas mayas y reliquias vírgenes preservadas en el tiempo e intactas por otro ser humano.
Un grupo de especialistas se encargó de utilizar un sistema de dragado para extraer piezas que están en una profundidad marina. La primera parte tiene una base estructural que pudo pertenecer a una habitación y cuyos muros están muy bien esculpidos.
Una ciudad maya sumergida hace que este lago sea único en Mesoamérica. Lo emocionante de este valioso descubrimiento fue que trascendió las fronteras y que permitió encontrar un mundo perdido que estaba intacto porque nadie más lo había alterado. En la actualidad, el buceo no está permitidas en Samabaj, sin embargo las piezas encontradas en el sitio ceremonial se encuentran en exhibición en el Museo Lacustre, en Panajachel.
Ruinas mayas de Samabaj
Samayoa le dio al lugar algo de su propio apellido, que combinado con la palabra k’iche’ abaj que significa “piedra”. Fueron cinco años de excavación submarina en las ruinas donde se hallaron dieciséis estructuras sagradas, siete estelas de piedra. La arqueóloga Sonia Medrano y su equipo exploraron el sitio en busca de más pistas y reconstruyeron una imagen emergente del complejo.
Lo más impresionante fue la plaza principal o gran “acrópolis” de Samabaj con más de 45 metros de ancho, diseñada para acomodar a los fieles para observar danzas rituales, sacrificios y otras ceremonias mayas. También se encontraron treinta edificios residenciales, dos temazcales y un diente humano quemado.
México y la Atlántida Maya
El lago de Atlitlán es el más grande de todo Guatemala. Su punto más bajo tiene 340 metros de profundidad y nada menos que una ciudad maya completa en las profundidades. Para investigar el sitio, el INAH colaboró con arqueólogos de 5 países más, utilizando tecnología no invasiva con el entorno.
Los investigadores encontraron estelas nunca antes registradas y edificaciones enteras, que se conservan en las profundidades del lago.
Atlántida Maya
Dónde: San Pedro La Laguna de Atitlán, Guatemala
Cuando: todo el año
Sin permiso para el buceo