El último viaje público que hizo de Marilyn Monroe fue a la capital mexicana.
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Marilyn Monroe fue mucho más que “el ícono sexual de todos los tiempos”, fue también una actriz consagrada que salió en películas tan emblemáticas como Una Eva y dos Adanes, fue la amante secreta de John. F. Kennedy, y un alma atormentada que terminó con su vida un fatídico día agosto en 1962. Sin embargo, antes de su famoso y misterioso suicido, la emblemática belleza nacida en California visitó por una semana la Ciudad de México en febrero de 1962 y aunque era la tercera vez que la estrella de Hollywood venía a nuestro país, este viaje quedó marcado en la historia no sólo de la capital mexicana, sino del planeta. Cuando el avión de Marilyn tocó en Aeropuerto Internacional Benito Juárez dio una famosa conferencia de prensa en el Hotel Continental. Ahí un fotógrafo mexicano llamado Antonio Caballero captó con su cámara algunas fotografías de la actriz sin ropa interior. En algún momento del encuentro la rubia levantó una copa y gritó “brindo por México.” Luego de presentarse ante las cámaras, la actriz visitó la casa del Indio Fernández y se tomó una copa de tequila con él. Más tarde, la rubia fue a ver las pirámides y se compró un suéter bordado, tipo panal, en una tienda típica que estaba en Teotihuacán a 130 pesos. Después de su muerte dicha prenda fue vendida en más de 160 mil dólares. Durante su estancia en la capital, Marilyn Monroe cumplió un deseo personal, y fue a visitar el foro donde se grababa la famosísima película El ángel exterminador. Ahí conoció a uno de los mejores directores de todos los tiempos: Luis Buñuel, charló con el legendario fotógrafo Gabriel Figueroa y se tomó fotos con la actriz mexicana del momento, Silvia Pinal. De entre todos los lugares en los que comió la celebridad durante su estancia en la Ciudad de México, sobresale El taquito un restaurante que ubicado en la Calle de Carmen, en el que Marilyn tuvo la oportunidad de probar lo mejor de la gastronomía mexicana y de escuchar a un grupo de mariachis. Cabe destacar que, las revistas de chismes de la época aseguraban que una de las razones por las que la diva decidió visitar nuestro país fue porque estaba involucrada sentimentalmente con un galán mexicano llamado José Bolaños. Este hombre, que era un productor famoso de cine, aparentemente fue el último amante que tuvo la atormentada actriz. Cuando Marilyn Monroe dejó la capital mexicana se llevó en su maleta una partecita de la ancestral de cultura mexicana. Desafortunadamente para todos, cinco meses después Marilyn se quitó la vida y esa noticia estremeció al mundo y también a los capitalinos de los años sesenta, que durante siete días la adoptaron y le dieron un poco de toda la calidez que necesitaba.