Foto destacada: Salvador Montenegro
Estos poblados fantasma del país tienen escenarios místicos y sombríos.
. . .
Existen diversas poblaciones fantasma en México, ya sea por un desastre natural o por el abandono de sus habitantes que dejaron atrás sus vidas y asentamientos desiertos y económicamente viables. Abandonar una ciudad se debe al agotamiento de los recursos naturales, al poco acceso vial a la ciudad o al cambio de la política y muchos otros factores como los desastres naturales.
Pero el abandono le da una mística peculiar a los sitios, se crean leyendas y datos interesantes que se complementan con la vegetación y los cimientos arquitectónicos desolados; esa señal de que hubo vida, nos ayuda a explorar los pueblos e incluso hasta sentir nostalgia.
Aquí te dejamos con estas 10 ciudades abandonadas.
Misnébalam, Yucatán
Esta población está abandonada desde 2005, y se cree que como no hay agua ni otros servicios en la zona, la población se mudó. La ciudad tuvo un auge henequenero en los años veinte del siglo pasado. En 1921, el entonces dueño de la Hacienda Misnébalam, don Fidencio Marqués, sufrió un atentado y ya no regresó, abandonando la hacienda a su suerte. El declive del mercado del henequén, fue provocando que la gente fuera emigrando y ya para 2005 su población fue contabilizada en cero. Así que es uno de los pueblos fantasma más nuevos del país.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Guanajuato es una ciudad minera, pero este pueblo quedó a la deriva cuando sus minas de cobre, mercurio y otros metales, dejaron de dar dinero. Cuenta la leyenda que varios trabajadores quedaron atrapados en las minas cuando estas se inundaron y que hasta la fecha siguen rondando las zonas en forma de espíritus.
Real de Catorce, San Luis Potosí
Para entrar a Real de Catorce deberás cruzar el Túnel Ogarrio construido desde 1639. Era uno de los pueblos de minas de plata más fructíferas de México y funcionó 200 años. Se preserva la arquitectura y el ambiente semidesértico clama por recordar que sigue siendo un sitio sagrado para los huicholes, por pertenecer al desierto de Wirikuta. Aquí la cultura wixarika es muy respetada. Uno de los pueblos fantasma en México más conocidos.
San Juan Parangaricutiro, Michoacán
En 1943 el volcán Paricutín explotó llenando las calles de lava. Tras este desastre natural solo quedó firme la iglesia del poblado, ya que la lava destruyó casas. Estas ruinas solo pueden visitarse a pie y forman parte del Nuevo San Juan Parangaricutiro. Es un paisaje estupendo para fotografías, campos de aguacates, ruedas y mar de lava solidificada. Es un sitio que vio nacer al volcán, que lo vio arder y extinguirse, una maravilla natural en menos de un siglo.
Ojuela, Durango
En 1598 se descubrió una gran mina de plata, bautizada como Santa Rita, donde hubo oro, plata, manganeso y zinc. Este sitio fue apto para el desarrollo de Durango y Coahuila, pero una inundación a mediados del Siglo XX terminó con la actividad minera. Ahora, hay que cruzar un puente colgante para llegar a la mina, es una obra monumental de 310 metros de largo. Dicho puente inspiró el diseño del famoso Golden Gate de San Francisco. Mapimí es el Pueblo Mágico más cercano a Ojuela y vale la pena visitarlo porque tiene más de 400 años de historia.
Guerrero Viejo, Tamaulipas
Es un pueblo fantasma surreal, ya que solo podrás visitarlo cuando el nivel de agua esté bajo. Guerrero era un importante pueblo que se encontraba en la frontera de Texas con Tamaulipas en los últimos años del siglo XIX y en las primeras 4 décadas del siglo XX. En la década de los 90, después de varios años de estar abajo del agua, Guerrero Viejo comenzó a emerger de la presa. La fachada de la iglesia estaba intacta y con el esfuerzo del gobierno la restauraron completamente haciéndola volver a aquellos años. En el 2009 con tormentas y huracanes que azotaron la costa del golfo de México, parte de Guerrero Viejo volvió a quedar inundado.
Noria San Pantaleón, Zacatecas
Este pueblo fantasma, en donde habitan algunos cuantos todavía, preserva libros en latín de principios del siglo XVII, objetos litúrgicos de más de 2 siglos, un órgano del siglo XIX y son parte del patrimonio del templo de la Noria de San Pantaleón, en Sombrerete. La iglesia tiene más de 4 siglos de antigüedad y 74 piezas consideradas como bienes culturales por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Aranzazú del Cobre, Zacatecas
Para 1820 miles de mexicanos abandonan su hogar y llegaron los primeros inmigrantes españoles, ingleses, irlandeses y franceses. El templo actual se empezó a edificar en 1918, pero se suspendió por el conflicto cristero y concluyó su construcción en 1930. Pero hoy en día, es un pueblo repleto de historias fantasma con grandes paisajes, extraterrestres y ovnis. Fue también un centro minero en la época virreinal y solo viven tres personas.
Cerro de San Pedro, San Luis Potosí
Antiguo Real de Minas se encuentra entre áridos cerros, socavones y viejos tiros de mina. Hoy en día es un poblado de imagen “casi fantasma” ideal para los aventureros que llegan en bici de montaña, a ver la iglesia del Señor de San Pedro, monumento del siglo XVIII.
San Dimas, Durango
Este pueblo antiguo fue minero por allá del 1750 con el nombre de “La Puerta”. Según la leyenda, los españoles llaman a la región San Dimas, por lo del ladrón, el caso es que se funda formalmente en 1786 gracias al descubrimiento de sus ricos minerales y además se inicia la historia de uno de los pueblos más importantes e influyentes de la zona de las quebradas en Durango. Actualmente viven 20 familias entre el paisaje espectacular y lleno de nostalgia.