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Información de EFE
Fernanda Contreras, la primera mexicana en jugar en Wimbledon en décadas que sin capacidad económica estudió en la universidad, se tituló en ingeniería, y además es escritora.
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Fernanda Contreras Gómez se ha vuelto famosa por ser una de las tenistas que llegó a la segunda ronda en la edición 2022 de Wimbledon que por cierto, contaba con cinco tenistas mexicanos, la mayor cantidad desde 1973. Fernanda Contreras era la única en el cuadro individual y es la única potosina es la primera mexicana en jugar en Wimbledon en dos décadas.
Es nacida en San Luis Potosí, el 8 de octubre de 1997 y debutó como profesional en 2014 en un torneo ITF en Austin, Texas, ciudad donde pasó buena parte de su vida. Luego compitió en el tenis universitario de Estados Unidos, con grandes resultados en la universidad de Vanderbilt (donde se graduó como ingeniera mecánica), y en 2019 se lanzó con todo en el profesionalismo: ganó un ITF de 15.000 dólares en Cancún en agosto y uno de 25.000 dólares en Texas en 2019, derrotando en la final a la última subcampeona del US Open, Leylah Fernandez.
En 2020 representó a México por primera vez en la Fed Cup (actual Billie Jean King Cup) y llegó a Roland Garros sin victorias en el circuito WTA y con esos únicos dos títulos a nivel ITF en singles. En este momento, Contreras Gómez está ubicada en el puesto 225 del ranking de singles de la WTA, lo que la ubica como la segunda mejor raqueta mexicana individual. A fines de febrero logró meterse entre las 250 mejores del mundo en individuales.
Su abuelo es Francisco Pancho Contreras, que ganó cuatro medallas panamericanas para México incluyendo el oro en dobles mixtos en 1963 y también fue capitán y jugador del equipo de México subcampeón de la Copa Davis 1962. En 1957 Pancho Contreras llegó a la cuarta ronda del Abierto de Francia. Yola Ramírez fue finalista de Roland Garros en 1960 y 1961, antes de la era abierta, pero desde entonces solamente una mexicana había llegado a la segunda ronda del cuadro principal.
Además de ser la primera mexicana en jugar en Wimbledon desde que lo hiciera Angélica Gavaldón en 1995, resalta el hecho de que lo hiciera sin lujos de entrenadores ni preparadores físicos y con una historia detrás que incluye la superación de una carrera de ingeniería y la publicación futura de una novela.
Fernanda estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de Vanderbilt. Ganó un campeonato intercolegial y se convirtió en la tenista de su universidad con más victorias en la historia con 138. Las tenistas universitarias, al intentar dar el salto, se pasan dos años sufriendo porque en los primeros torneos que juegan, por perder en primera ronda, les dan solo 100 dólares.
La falta de recursos ha llevado a Contreras a presentarse en Wimbledon sin entrenador, algo inusual en el máximo nivel. Solo le acompañó su hermana, que casualmente vive en Europa y ha podido acercarse a Londres a ver a la tercera mexicana en la historia en jugar Wimbledon.
La constancia es otra de las facetas más reconocibles de la jugadora; constancia y gen calculador por su pasado como ingeniera. Pero además escribe en una libreta y pese a su preferencia estudiantil por los números, Contreras ha usado la escritura también para desahogarse, superar la pandemia y mejorar en la pista. Ha escrito hasta una novela, influida por las historias de Ken Follet y Dan Brown y ambientada en parte en el Museo Británico.