Foto destacada: NASA
¿Cuál es el centro geográfico de México? Aquí te dejamos algunas posibilidades.
Si México es el ombligo de la luna, ¿dónde está el ombligo de México? Hay varios Estados que han intentado adueñarse del título, pero esta historia es un poco bizarra y complicada.
El centro geográfico de una región se mide al centroide de la misma, proyectado radialmente sobre la superficie terrestre o el geoide. Parece que la propia definición de “Centro geográfico” es el principal problema para definir un centro.
Seguramente los que saben que la definición es clara, precisa y se encuentra respaldada con matemáticas, existen controversias políticas sobre cómo determinar los centros geográficos de varios países y regiones.
Y es que todavía no se determina si se deben incluir islas o no, y en caso de incluirlas, si estas deben ser desplazadas para construir un modelo unido y conectado; es decir, hacer juntar las islas e islotes de México con el país, lo que determinaría un centro distinto si se miden con isla.
Existen otros métodos y alternativas para medir el centro geográfico, como tomar los puntos más alejados de los límites del país, o utilizar vectores u otros recursos. Pero sin duda, a falta de un criterio de unificación sobre la medición de un centro geográfico, todo será una mera especulación.
En términos políticos, turísticos, culturales y hasta religiosos, a todos les conviene ser el centro del país. Y eso sucede.
Ya que son varios Estados que presumen de ser el centro del país, y bueno, todo depende de a quién le preguntes. La gente de Tequisquiapan, en Querétaro, te dirá que esta ciudad es el centro. Incluso han creado un monumento a con una placa que dice: «este es el centro geográfico de México».
En 1916, Venustiano Carranza decretó que Tequis era el centro de México, y mandó construir dicho monumento para remarcar el lugar; que se encuentra en la calle Niños Héroes, en esquina con 5 de mayo. Tequisquiapan sigue reclamando el título, y parece alzarse con el puesto, pero no es el único que cuenta con monumento.
A pesar del monumento de Tequisquiapan, hay quien dice que el verdadero centro es está en Guanajuato, e incluso dicen que muy cerca o en el Cerro del Cubilete. La colina tiene una enorme estatua religiosa y es un destino habitual para miles de peregrinos, así que los religiosos dirán que justo ese es el centro.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dice que el punto central del país está en Zacatecas. El INEGI se basa en el promedio de los puntos más alejados de México en los cuatro puntos cardinales, y no en un verdadero centro.
Zacatecas, pero en un punto diferente al referido por el INEGI, dice que está al sur de la aldea de Cañitas de Felipe Pescador. Hay más personas que afirman que la ciudad de Aguascalientes es el centro de México. De hecho, colocaron una placa en la plaza de la ciudad, pero ya no está.
En Aguascalientes también, existe una Exedra, un monumento que afirma que es el centro geográfico del país, que según se dice, fue movida de su lugar original para coincidir con el centro del país. Muchos dicen que en la Plaza de la Patria es el centro geográfico del país, aunque la idea es romántica y se siente bien decirlo: ¡mira aquí estoy parado en el corazón de México! Es una idea equivocada. Aunque para los que conocemos Aguascalientes, es ahí justamente el ombligo del mundo y su feria no se diga.
Ahora bien, de acuerdo con estudios recientes lo que se podría entender como el centro de la República Mexicana, sí se encuentra en El Bajío, pero de manera particular en el estado de Zacatecas. Aparentemente se trata de un municipio llamado Cañitas de Felipe Pescador. Sea o no esta la verdad, lo que sí es cierto es que Aguascalientes no lo es, pero quizá valdría la pena aferrarnos a ese romanticismo histórico y seguir creyendo en el mito.
¿Dónde está el centro geográfico de México? Es una pregunta que seguirá generando debate, como el de las quesadillas con o sin queso. Así de ociosa. En un lugar multiétnico, diverso y plural, el centro geográfico no debería ser una preocupación.
Bueno quizá sí, pero lo dejaremos para otra ocasión.