El monolito de Xochipilli que fue hallado en la colonia Guerrero

De cuando un monolito del dios del amor y la ebriedad sagrada fue encontrado en la Guerrero.

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La Colonia Guerrero es una de las primeras colonias que se fundaron durante el siglo XIX

en la parte centro de la Ciudad de México, y su trazo abarca parte del barrio prehispánico de Cuepopan. La relevancia del espacio que ocupó este antiguo barrio se puede rastrear y constatar desde el período prehispánico a partir del surgimiento de los primeros centros de poder en el posclásico tardío en la isla de México. Cuepopan-Tlaquechiuhca fue uno de los cuatro barrios que integraban Tenochtitlan. Desde hace unos años, Cuepopan se caracteriza por ser una zona popular de apartamentos y vecindades, muchos de los cuales fueron construidos a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y por incluir algunos monumentos y sitios de interés histórico, como el Templo de San Fernando y el mausoleo de Benito Juárez.

Cuarto Oscuro

Pero la colonia Guerrero está ligada a la historia de la ciudad

. El primer templo que se fundó en el rumbo fue el de Santa María la Redonda, que data de 1524 cuya rotonda es de 1667, de allí que el pueblo, degenerando el vocablo, la conoce desde entonces con el nombre de Santa María la Redonda. Las primeras casas de esta colonia datan de finales de la segunda década del siglo XIX. El Panteón General de Santa Paula contaba con 37,800 m2 y se encontraba ubicado al sur del camposanto de San Andrés, donde se sepultaban personas de escasos recursos. En este increíble barrio histórico, se encontró un monolito prehispánico informó la coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow. Detalló que el monolito es posiblemente del dios Xochipilli; se encontró hace dos semanas durante los trabajos de rehabilitación en la zona de la parroquia Santa María la Redonda, en las inmediaciones del Mercado 2 de Abril. Destacó que está bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y se prevé presentarlo a la ciudadanía cuando concluyan los análisis. “Se encontró un monolito que ya está en análisis del INAH, y al parecer es el dios Xochipilli, el dios del sol naciente y una vez que se corrobore la información se propone presentarlo para ponerlo en un espacio, para que lo conozcan”, comentó.

INAH

El monolito fue encontrado en el barrio de Santa María la Redonda durante las obras de drenaje y remozamiento en la zona. El hallazgo corresponde a una escultura del dios Xochipilli, dios de la flores y del arte. En la mitología mexica Xochipilli es el dios del amor, los juegos, la belleza, las flores, el maíz, el placer y de la ebriedad sagrada. Su nombre significa Príncipe de las flores o Noble florido, aunque también puede ser interpretada como flor preciosa o flor noble. Su culto se relaciona con Cinteotl el dios del maíz,​ de la fertilidad y de la cosecha, como el dios de la lluvia, Tláloc. Está asociado con Macuilxochitl (Cinco flores), dios de los juegos y las apuestas y tiene una hermana melliza llamda Xochiquétzal. En su festividad religiosa asociada, que significa fiesta de las flores en náhuatl. En esta fiesta se hacían ofrendas de comida, y los pueblos cercanos a Teotihuacan llevaban cautivos como tributo para los sacrificios. Era el dios del juego de Patolli. Xochipilli, entre otros dioses, fue representado usando un talismán conocido como un oyohualli, que era un colgante en forma de lágrima hecho a mano de madreperla.Su escultura fue encontrada en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, cerca de la localidad de Tlalmanalco, Estado de México, durante el siglo XIX. En esta escultura se aprecia al niño príncipe de corazón puro, absorto por el temicxoch las “flores del sueño” en un mundo remoto, derribando el muro de nuestro pensamiento lógico para abrirlo a una visión más trascendente de la vida. Foto de Portada del INAH