El estilo neocolonial está marcado por una diversidad de deseos de la época.
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La arquitectura neocolonial, también hispano-americana o hispano-estadounidense fue un movimiento arquitectónico que surgió a inicios del siglo XX y que se inspiraba en la arquitectura colonial española, adaptando las formas y detalles hispano-americanos al nuevo siglo. Este estilo estuvo muy influido por la apertura del Canal de Panamá (1914) y por las ganas en el país de conocer el ambiente colonial, unas ganas que había causado el gran éxito de la novela Ramona (1884) de Helen Hunt Jackson, ambientada en la Alta California, y que había sido llevada al cine por D. W. Griffith (Ramona, 1910). En todo el continente Americano existen diversas corrientes de la arquitectura neocolonial, que cuenta con diversas raíces debido a la heterogeneidad original de las culturas colonizadoras, ya fueran la española en México, la portuguesa en Brasil o la británica en norte américa. Es por eso que el término es amplio y existen muchas diferencias de la arquitectura neocolonial en todo nuestro continente. Lo que es característico de este estilo arquitectónico es que se dieron desde comienzos del siglo XX, y por distintos motivos históricos y culturales de cada lugar, duró más o menos tiempo. En México, sobre todo en la ciudad de México, se dio mucho el estilo “colonial californiano” representado ampliamente en la arquitectura construida entre 1925 y 1955. Esta tradición nacionalista retomó los intentos que se hacían en California con el “Spanish Colonial Revival” que floreció en la zona de Polanco, con una opulencia inusitada que exigía cantera labrada y hierro forjado. Por esta razón es posible ver casas del estilo “Californiano colonial” en las colonias Nápoles, Condesa, Polanco y Lomas de Chapultepec; adaptando las formas y detalles hispano-americanos al nuevo siglo. Este estilo estuvo muy influido por la apertura del Canal de Panamá (1914) y por las ganas de conocer el ambiente colonial que había causado gran éxito en novelas y luego en el cine. El estilo gozó de gran popularidad entre 1915 y 1931, y muchos hogares usaron el estilo en nuevos barrios residenciales, intentando reflejar el American way of life; y subdividida en diferentes estilos como el estilo Misión, neocolonial de California y neocolonial de México. El estilo cerró el círculo al llegar hasta su punto de inspiración geográfica en la década de 1930. Las nuevas casas unifamiliares que se construyeron en los entonces nuevos barrios de lujo de la Ciudad de México, en lo que se conoce en México como el estilo “colonial de California”, eran una reinterpretación mexicana de la interpretación del neocolonial español. Muchas casas de este estilo todavía se pueden ver en las áreas de la Ciudad de México de Colonia Nápoles, Condesa, Polanco, Roma y Lomas de Chapultepec. Muchas casas de este estilo todavía se pueden ver en las áreas de la Ciudad de México, y eso nos permite ver la diferencia sobre lo que se consideraba “moderno”, y conservador, el Art-decó, y las diversas versiones del racionalismo europeo. En general, este estilo se caracterizada por una combinación de detalles de varias épocas de la arquitectura española y mexicana, el uso del yeso en los interiores de las estancias, los tonos terracota en las baldosas de arcilla y adornos de hormigón en la fachada, que simulan las antiguas decoraciones en madera o piedra que tenían las construcciones coloniales originales. Otras características que suelen incluir son pequeños porches o balcones, arcos romanos, patios con arcadas, ventanas y puertas en madera a doble altura, toldos de lona, y molduras decorativas de hierro. Patios interiores y exteriores, el gran uso de la madera como elemento decorativo interior y a veces chimeneas sobresalientes en alguna de las fachadas. Aquí te dejamos estos hermosos ejemplos de arquitectura neocolonial en la CDMX.