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Una de las cúpulas de Bellas Artes fue diseñada para un monumento de la reina Isabel.
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Géza Rintel Maróti fue un artista húngaro que logró éxitos internacionales como arquitecto, escultor, diseñador de interiores, diseñador de artes aplicadas y autor de obras teóricas. Trabajó en constante colaboración con el famoso arquitecto Alpár Ignác quien ordenó trabajos de Maróti para integrar obra plástica a sus inmuebles.
Géza Maróti fue uno de los artífices del Palacio de Bellas Artes, “una de las siete maravillas” de la capital, luego de que autoridades mexicanas viajaran a Europa con la idea de contratar artistas para lo que sería el Gran Teatro Nacional.
¿Quién fue Géza Maroti?
Nació en una familia de comerciantes judíos e inició su carrera como cantero en el taller del escultor Ignác Oppenheimer; más tarde se formó por su cuenta en Budapest y Viena. En 1900, abrió un taller en la capital húngara, luego alquiló un estudio y se convirtió en escultor de edificios.
Durante la visita del rey Alfonso de España, se le pidió que diseñara la puerta triunfal de la avenida Andrássy. El primer pabellón húngaro de la Bienal de Venecia, que funciona desde hace medio siglo. En 1907 fue invitado a México para un nuevo teatro en la Capital.
En 1927 por invitación de Eliel Saarinen se fue a América en donde trabajó en Detroit. Fue elegido miembro de la Cámara de Arquitectos de Estados Unidos. En 1930, hizo un viaje a Oriente Medio desde Constantinopla a Jerusalén, en el camino de las Cruzadas, a caballo. Realizó trabajos de investigación sobre la reconstrucción del Templo de Salomón en Jerusalén. Inspirado por el viaje, comenzó a trabajar en su libro Atlantis.
En 1932 regresó a su casa en Budapest , donde se convirtió en profesor en la Escuela de Artes Aplicadas y profesor de modelado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Técnica. Murió en 1941 como desempleado en Budapest. Su esposa fue Fritz Leopoldina.
El encargado de realizar El Palacio de Bellas Artes fue el arquitecto Adamo Boari, quien entregó los textos del anteproyecto en 1902 y el proyecto definitivo en 1904; destacando constantes en el programa arquitectónico y urbanístico que el gobierno de esa época maneja, como la edificación de obras monumentales en diversos lugares de la capital, además de las ideas del arquitecto italiano: un teatro moderno, con los sistemas de construcción más novedosos.
Basado en la idea original del arquitecto Adamo Boari, el artista húngaro Géza Maróti ejecutó un primer proyecto para su elaboración, en 1908. Sin embargo, Harry Stoner, diseñador de escenarios y pintor, fue quien lo concretó.
El motivo principal de su construcción era crear un telón protector contra incendios, lo que era una de las grandes preocupaciones de esa época. La cortina de cristal fue mandada a elaborar por Boari a la Casa Louis C. Tiffany de Nueva York, donde fue exhibida antes de ser enviada por barco a la Ciudad de México.
Maróti fue un idealista que dedicó su vida al arte, quiso renovar la arquitectura y la escultura y a pesar de no ver terminado el Palacio de Bellas Artes, resulta que él fue el creador de las esculturas en la cúspide del edificio, el conjunto de bronces de cuatro figuras femeninas, Drama, Tragedia, lo Cómico y la Alegría, así como el vitral en el techo con Apolo y las nueve musas, además del arco de mosaico de la apertura del proscenio del teatro.
Además, las aportaciones de Maróti en el Palacio son el remate de bronce repujado de la cúpula, el plafón que remata la sala principal, que en su momento fue considerado el más grande del mundo con sus 140 metros cuadrados, y el arco que cierra el proscenio de la sala principal.
Las esculturas de la fachada son de mármol de Carrara y fueron encargadas a Leonardo Bistolfi, André Allar y Gianetti Fiorenzo. En los interiores utilizó el Art Nouveau, en la sala de espectáculos sería decorado con aplicaciones de cerámica y hierro bronceado, destacando flores naturales en el vestíbulo y hall.
Otro vitral creado por el Géza Maróti, es una de las majestuosas piezas decorativas que se encuentran en el interior de la Sala se localiza en su techo, donde se puede ver un plafón transparente, el tema de la composición que lo adorna es el Olimpo, en él se ve a Apolo rodeado por las nueve musas.
Maroti trabajó con la participación de Aladár Körösfői-Kriesch. La colorida cúpula de vidrio del auditorio, originalmente diseñada para el monumento a la reina Isabel, las musas fueron realizadas en el taller de Miksa Róth en Budapest.
La pintura de vidrio de la cortina de mosaico de cristal en el auditorio representa las tres grandes montañas mexicanas. Las obras se iniciaron el 1 de octubre de 1904, pero continuaron solo después de la Revolución Mexicana, en 1932, y finalmente el edificio fue entregado el 29 de septiembre de 1939, pero con un propósito diferente: funciona como Palacio de Bellas Artes. Aunque esto ya no lo pudo ver Maroti.
Palacio Nacional de Bellas Artes
Dónde: Av. Juárez S/N, Centro Histórico de la Cdad. de México.
Cuando: martes a domingo de 11:00 a 17:00
Cuánto: $30 pesos fotografías. Acceso libre los domingos