Mexicanos rescatan la librería más antigua de Madrid

Foto destacada: El Mundo

Un inversor misterioso y nostálgico, un escritor a punto del colapso y dos ancianos cambiaron el destino de la librería más antigua de Madrid.

 

. . .

 

La poca visita y venta en línea, las consecuencias económicas del covid, entre muchas otras cosas más; habían convertido a Pérgamo, una de las librerías históricas de Madrid, en un lugar en vías de extinción, que ya se venía anunciando desde enero de este 2022.

Como se sabe, las librerías hoy en día, aun siendo históricas, son negocios poco rentables. Pero un misterioso mexicano que compraba libros allí cuando era niño, cambió el destino de la librería más antigua de Madrid.

 

Librería Histórica de Pérgamo

 

 

Esta librería se fundó en 1946. Sus propietarias eran las hijas de los dueños originales, Lourdes (80 años) y Ana Serrano (72), pero ya con ganas de una jubilación. Hasta que a principios de enero 2022, “entró un señor que dijo que cuando era niño compraba todos sus libros aquí, que estaba harto de que se quitaran todas las tiendas de su infancia. No preguntó nada, ni los metros del local, ni el precio” y este hombre de negocios decidido a que Pérgamo se perpetuara en el tiempo.

Los padres de Ana y Lourdes, catedráticos durante el franquismo, fundaron Pérgamo. Era un matrimonio de izquierdas en el barrio de Salamanca, y una librería que vendía libros prohibidos por el franquismo en la trastienda. Y como en aquellos malos días, Pérgamo resiste y seguirá abierta para todos aquellos que amen la buena literatura.

 

Fotografía de Antonio Heredia / El Mundo

 

“Así empieza esto, como un cuento de hadas”

 

 

Este mexicano propuso a las hermanas Serrano un traspaso del negocio para continuar la venta de libros en un local que fue siempre un referente en la resistencia lectora durante el franquismo. En la búsqueda de sustituto para que pudiesen jubilarse Ana y Lourdes, hijas del matrimonio que fundó la librería, el nuevo dueño de Pérgamo contactó al escritor mexicano Jorge F. Hernández para ofrecerle ser el librero del lugar.

“Así empieza esto, como un cuento de hadas”, narra el escritor Hernández, quien lleva residiendo en Madrid varios años y se encontraba cesado como agregado cultural de la Embajada de México en España; además estaba endeudado, escribía poco, buscaba un nuevo trabajo, así que la oferta de un admirador de sus libros y columnas en El País fueron un giro narrativo digno de escribirse en una de sus novelas.

 

 

Jorge, para quien los libreros son sus “guías extraoficiales” en la vida, explicó que el propietario de la librería le dio margen absoluto para ejercer este trabajo con libertad. En esta misión, el escritor exnovillero pidió al dueño misterioso incluir en la reconstrucción del negocio como compañero librero al español Pablo Cerezo, un joven recién graduado de Sociología y Relaciones Internacionales, al que conoció en una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid a la que asistieron por el amor común a la literatura.

 

 

La propuesta que ofrecen estos dos libreros, pertenecientes a dos países y dos generaciones distintas, es conjuntar sus visiones para ofrecer en Pérgamo una oferta literaria diversa, sin que se pierda la esencia transgresora a la vez que familiar que ha mantenido esta librería. Es así que dos generaciones están al frente de la renovada librería más antigua de Madrid.