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Desde 2018 se han logrado recuperar 8 mil 900 piezas gracias a la campaña diplomática #MiPatrimonioNoSeVende.
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Una familia radicada en Barcelona decidió entregar al gobierno de México un tesoro precolombino de 2 mil 522 piezas, de las cuales 1 371 están “completas” y las restantes, como sea, forman parte del patrimonio que sigue en muchos museos europeos y colecciones privadas.
Es posible que nunca sepamos el valor económico de estas piezas, pero sí que podemos decir que el valor cultural de las miles de piezas prehispánicas es incalculable. Así que celebrar la repatriación de los bienes culturales, es otro logro de la intensa campaña #MiPatrimonioNoSeVende.
#MiPatrimonioNoSeVende
La devolución de las piezas históricas ha sido uno de los ejes de acción principales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y a pesar de los esfuerzos que se han hecho para recuperar piezas prehispánicas robadas o compradas ilícitamente por coleccionistas, todavía hay muchas piezas que no están en México.
Sobre el tesoro precolombino que llegó de España este verano, el INAH destaca que la devolución fue voluntaria, y describe la entrega como una de las más grandes hasta ahora: «[…] la entrega voluntaria de dos mil 522 piezas y objetos patrimoniales restituidos a México desde Barcelona, España, y la cual es considerada, hasta ahora, la más cuantiosa hecha a nuestro país», escribe el INAH en un comunicado.
La única petición que hizo la familia barcelonesa fue que su nombre no fuera revelado públicamente, apuntó el canciller Marcelo Ebrard en una conferencia oficial. Las piezas prehispánicas ya llegaron a México. Ahora, el INAH se encargará de catalogarlas y evaluarlas.
Entre las piezas prehispánicas recuperadas, destacan figuras talladas en piedra, puntas de flecha, platones y vasijas. Esta colección se suma a las más de 8 mil 900 piezas que la campaña #MiPatrimonioNoSeVende que se han recabado desde 2018.
Asimismo, el INAH anunció después de los procesos de evaluación, la colección estará expuesta en el Templo Mayor, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Cada vez son más ciudadanos de otros países europeos que han decidido devolver el patrimonio de manera voluntaria y agilizar los procesos para evitar que se estanquen con la burocracia.
En los últimos tres meses, México ha recuperado 280 piezas arqueológicas que estaban en Estados Unidos, sustraídos de Sonora; fueron devueltas herramientas y un grupo de cascabeles de cobre con figuras antropomorfas. Otro lote estuvo conformado por 10 piezas entregadas por el Chandler Museum de Arizona, entre las que destacan figuras antropomorfas de cerámica que superan los 30 centímetros de altura.
Quizá antes del fin del sexenio, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, realice otra gira por Europa para pedir el préstamo temporal (guiñ, guiño) de algunas de esas piezas arqueológicas más importantes, como el penacho de Moctezuma, para mencionar un ejemplo.
Y quién sabe, lo que es un hecho, es que los esfuerzos por recuperar las piezas y artefactos, así como cancelar subastas (como la denuncia ante la Fiscalía mexicana para emprender acciones legales contra la comercialización y subasta de 33 objetos que la firma Christie’s) además de muchas acciones diplomáticas que han logrado recuperar los tesoros del país. Sin duda, es un acto sin precedentes para nuestra memoria histórica, para el presente cultural y para las generaciones por venir.
