El ADN de un tambor prehispánico revela los misterios de su historia

Foto destacada: UNAM

El Tlapanhuéhuetl, es un tambor prehispánico del que se extrajo ADN para rastrear su historia.

 

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El tlapanhuéhuetl es tipo de tambor prehispánico de piel, y uno de los más famosos ejemplares de tlalpanhuéhuetl se encuentra en Malinalco y fue utilizado hasta principios del siglo XX por los habitantes del barrio de Santa Mónica.
A este famoso tlapanhuéhuetl se le realizó una prueba de ADN con el fin de revelar datos inaccesibles para los arqueólogos -hasta ahora. La prueba se hizo ya que del tlalpanhuéhuetl de Malinalco se sabía mucho sobre sus usos rituales, pero no del tipo de madera con que estaba hecho.

 

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Pero gracias a técnicas de análisis desarrolladas en la UNAM, hoy especialistas del INAH no solo conocen el tipo de árbol con el que se construyó este instrumento, sino que también contemplan la posibilidad de estudiar otros objetos con este método.
Este tambor se preservó durante siglos en una iglesia del pueblo de Malinalco y a inicios del siglo XX, el instrumento fue trasladado al Museo de Antropología e Historia del Estado de México. A pesar de que se conocía que la pieza correspondía al periodo posclásico tardío, se ignoraba con qué madera se elaboró.

 

 

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La doctora Solange Sotuyo, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, indicó que en los últimos años, ha dedicado tiempo al estudio de las dalbergias mexicanas, conocidas coloquialmente como granadillo o palo de rosa. La doctora Solange desarrolló el estudio para analizar el ADN y determinar la especie a la que pertenece, así como la región en la que creció la dalbergia.
Por su parte, la doctora María del Carmen Castro, Coordinadora Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, explica que “al saber esta particularidad de esta madera del panhuéhuetl, entonces puedo empezar a hacer esta correlación de datos y saber de dónde vienen justamente el material. Esto me permite entender la historia del objeto”.

 

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Para el análisis del tlalpanhuéhuetl se hizo un raspado en la parte interna y las muestras fueron trasladadas al laboratorio para hacer el procedimiento de extracción de material genético.
Las muestras se compararon con la base de datos de hablotipos de las dalbergias de México y Centroamérica, donde se pudo encontrar que se trataba de una madera de Dalbergia cubilquitzensis, que se distribuye en el estado de Puebla, precisamente usada para este tipo de instrumentos.

A propósito de los huéhuetls, la Universidad Nacional indica que existían dos tipos de ellos para los grupos mexicas. Se trata de los tlalpanhuéhuetls y los teponaztlis. Los primeros correspondían a objetos masculinos, mientras que los segundos, pertenecían a las mujeres.

 

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La doctora Solange Sotuyo, apunta que “existe la idea de que para distintos grupos indígenas, los árboles simbolizaban a los ancestros. Entonces existe una relación entre muchos de los grupos con la montaña y la extracción de la madera, que sigue siendo un ancestro que ellos transforman en un instrumento musical”.

Ahora, es momento de que el personal del INAH se enfoque en estudiar el lugar de origen del tambor y saber si esta pieza arqueológica fue realizada en el lugar de origen de donde se extrajo la madera, o bien, fue un regalo por alguna ruta de comercio o simplemente un tributo.