Recorriendo las calles principales de la Ciudad de México, es inevitable encontrarse con joyas arquitectónicas que han marcado la historia –o la estética– de esta metrópoli. Palacios, universidades, castillos o casas, son algunos ejemplos de los lugares que adquirieron la esencia de una especie de mexicaneidad, un mestizaje de culturas paradigmáticas, a lo largo de cinco siglos de leyendas y crónicas.
El Gran Hotel de la Ciudad de México es uno de los rincones con mayor esplendor, grandeza y distinción del Centro Histórico. Se presume que gracias a su estructura arquitectónica, valor histórico y calidad en servicios, este hotel ha sido galardonado por la Secretaría de Turismo como el primer hotel en México en formar parte del selecto grupo de establecimientos Premium. No obstante, este sitio no siempre se encontró en condiciones resplandecientes. Te compartimos un poco de la historia de este emblemático edificio:
En 1898, el arquitecto Daniel Garza comenzó a concebir la estructura del edificio bajo la petición del primer propietario, Sebastian Robert. Siguiendo el método de Chicago, una modalidad de construcción en el que se combina la fuerza del fierro emparrillado con el concreto, el edificio tenía el objetivo de convertirse en una tienda departamental –un concepto que para esas fechas aún no existía–. Este proyecto era realmente ambiciosamente riesgoso, pues se planeaba posicionar al Centro Mercantil de México como el “centro comercial” más grande de toda América. Y en su momento lo fue, inclusive estuvo por encima de las tiendas existentes de EE.UU. y Canadá.
Para lograr este cometido, Porfirio Díaz, el presidente en turno de esa época, solicitó que el Centro Mercantil fue era el primer edificio emblemático en la ciudad con una estructura Art Nouveau. Inclusive se dice que, en 1899, fue él quien donó el lujoso candil tipo Luis XV que ahora luce en la entrada, como un regalo de inauguración.
Esa tienda departamental llegó a causar furor entre sus visitantes gracias a la increíble diversidad de artículos, pues era habitada por las casas comerciales más importantes de la época, así como por su elegancia de los elementos ornamentales –tales como los elevadores del lobby–. Entre las piezas más emblemáticas de este lugar fue el ostentoso vitral de Tiffany, por Jaques Grubert, traído al país en el año de 1908 para cautivar la atención de todo aquel que llegara por primera vez. De hecho el vitral se convirtió en patrimonio Cultural de la Nación al ser considerado como obra de arte por el Instituto Nacional de Bellas Artes, y uno de los cuatro más grandes que existen en todo el mundo, los demás se encuentran en París y San Petersburgo.
Sin embargo el Centro Mercantil cerró en 1958, quedándose en desuso durante casi una década. Fue hasta que la familia Saba y asociados, los entonces propietarios del terreno, decidieron demolerlo para hacer un hotel… Cuando los dueños se percataron que la estructura servía para ese fin, se empezó a rescatar de su camino al oblivion.
Con el paso del tiempo, en 1968, el inmueble fue rebautizado con el nombre de Howard Johnson –aunque es principalmente reconocido como el Gran hotel de la ciudad de México–. En esa época, el hotel abrió con 120 habitaciones llegando a su época de oro. Personalidades famosas como Cantinflas, María Felix, Pedro Vargas y Agustín Lara solían visitar este espacio para reunirse en el lobby, a lado del tradicional piano y de la reinvención de la comida fusión mexicana. No obstante, durante la década de los 90, el hotel cayó, de nuevo, en un periodo de olvido debido a una mala administración.
Andres de la Rosa
Esto provocó que los dueños regresaran a tomar riendas de su negocio para rescatarlo: entre 2003 y 2005, el hotel estuvo en remodelación para restituir la apariencia original y modernizar la estructural. De nuevo, en septiembre del 2005 se reinauguró como el Gran hotel de la ciudad de México, con tan sólo 60 habitaciones, un lobby con piano bar donde todos los viernes hay teatro, cuenteros y cuentistas, milonga y tangos. Mientras que el Restaurante Gran Hotel se encargó de revivir los las antiguas reuniones, eventos y banquetes de una época de oro.
Del centro comercial más grande de toda América al hotel con una apasionante historia, este sitio desea recobrar su gloria en cada visitante, turista y huésped que llegue a cautivarse por este viaje en el tiempo.
Gran Hotel de la Ciudad de México
Dirección:16 de Septiembre 82, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, 06000 Ciudad de México, CDMX Teléfono: 01 55 1083 7700
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