La historia del vendedor de billetes de lotería que obtuvo más de 41 mil bienes arqueológicos

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El chino billetero tuvo una colección privada de más de 41 mil 400 piezas arqueológicas.

 

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Héctor Manuel Delgado Salas (1938-2021) conocido en todo Culiacán como “El chino billetero, coleccionó más de 41 mil bienes arqueológicos desde niño, aunque su oficio era vender billetes de lotería, su afición era la de ser uno de los coleccionistas más supremos de piezas arqueológicas mexicanas.

Cuando el “Chino Billetero” era un niño, a inicios de los años 40, la recolección de piezas arqueológicas no estaba regulada, así fue posible que resguardara la colección bajo la figura de concesión de uso. Esta circunstancia cambió en 1972 con la entrada en vigor de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

 

Héctor Manuel Delgado Salas (1938-2021) / INAH

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Los que conocieron al señor Manuel, sabían que él mismo decía que su colección estaba formada por 100 mil objetos; pero muchos eran fragmentos de materiales que no podían catalogarse ni registrarse como piezas completas.

Así que el Centro INAH Sinaloa, por medio de su Área de Registro de Bienes Arqueológicos, en coordinación con la Dirección de Registro Público, comenzó la actualización de la información de esta colección en 2013, la cual se había registrado parcialmente en los años ochenta.

 

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De ese conteo, el INAH determinó que el “Chino billetero” solo tenía, oficialmente, poco más de 41 mil 400 piezas arqueológicas. Aun así, esto lo convierte en la colección privada más grande del país, al menos de la que se tenga registro.

El Sr. Manuel vendía billetes de lotería desde niño; de hecho le tocaron premios mayores con lo que pudo comprar tres casas para exhibir su colección de piezas. Su afición por la arqueología llegó cuando vio a unos saqueadores de piezas a orillas del río que pasaba por debajo del Puente Negro. Así que quiso hacer algo para impedir los saqueos y se dedicó a recolectar piezas.

Comenzó en un cuarto, su padre le hacía las vitrinas, pero cuando el espacio fue insuficiente ocupó toda la casa. Recorrió Bacurimí, Baila, Navolato, La Sinaloa, Aguaruto, El Limón de los Ramos, Chametla, lugares donde confesó que las piezas se le ‘aparecían’.

 

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El Chino logró recolectar miles de piezas a pesar de que muchas veces lo llamaron ‘saqueador’. Pero su intención siempre fue preservar las piezas y construir un museo con su nombre. De hecho, su hogar en la calle Benito Juárez entre Teófilo Noris y Vicente Riva Palacio, siempre estuvo abierto para visitas.

Asimismo, en los últimos años de su vida se había dedicado a hacer crecer su colección con animales disecados, piedras y raíces del mar, en los viajes en su vieja camioneta de explorador color verde. Pero falleció un viernes 6 de agosto del 2021, a los 83 años, dejando una historia épica para la memoria e historia de Sinaloa.

 

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El ‘Chino Billetero‘ coleccionó piezas por más de 60 años en vitrinas, tablas, estantes en su museo privado. A pesar de que tenía prohibido por el INAH recolectar más piezas, El chino nunca vendió, ni exportó piezas. Sus piezas se expondrán en Sinaloa, algunos bienes regresarán a sus lugares de origen a través de préstamos a museos comunitarios y regionales.

A la muerte del “Chino billetero”, se sabía que resguardó de la colección estaba bajo la figura de “Concesión de uso”. Y ya que murió sin señalar a un beneficiario para su custodia, esto abrió la posibilidad de que el INAH lograra incorporar  todas las piezas al Estado, y exhibirlas como propiedad de la nación.