Capillas Otomís y Chichimecas: Patrimonio Inmaterial de la humanidad

Foto destacada: Universal Querétaro

Los pueblos Otomí y Chichimecas tienen capillas rituales en muchas casas del semi desierto de Queretaro.

 

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Las capillas-oratorio de Tolimán y Bernal y la Peña de Bernal, fueron reconocidas en el 2009 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO. El nombramiento hecho a Tolimán, comprende todos los lugares sagrados de los indígenas otomíes-chichimecas.

Ya que estos sitios en el semidesierto queretano, también conocidos como “Capillas de Indios”, es un lugar que preserva las festividades, las rutas de peregrinaje, la Peña de Bernal y la memoria indígena.

 

 

 

Capillas de Indios

 

 

Durante la colonia, los sacerdotes idearon una forma de enseñar la religión cristiana a los pobladores, para lo cual construyeron pequeñas capillas u oratorios en tierras de familias. En estas capillas los indígenas dibujaban las historias que los catequizadores les narraban.

Estas capillas-oratorios se han conservado a través de generaciones dentro de las propiedades de ciertas familias y continúan siendo utilizadas. Es por esta razón que no hay un acceso a todo público, pero hay recorridos constantes para conocer la historia, las festividades y admirar las pinturas que adornan estas capillas.

 

 

 

En Peña de Bernal son consideradas lugares sagrados de acuerdo con algunas leyendas locales, ya que marcan el inicio y el fin de la humanidad. Se piensa que es hueca y que existen entradas ocultas para penetrar a donde se esconden sus secretos, resguardados por seres míticos.

Este lugar también ha sido considerado de Memoria y Tradiciones Vivas de los Pueblos Otomí- Chichimecas de Tolimán, igual que suorografía, suelo, vegetación, agua, edificaciones comprendidos en ese territorio de alrededor de casi 63 mil hectáreas.

 

 

 

Las capillas se encuentran en comunidades con lengua viva otomí o ñañha, la lengua de sus padres y abuelos; en La Peña, el Cerro del Zamorano y el Cerro del Frontón, hay piezas fundamentales que enmarcan la región y albergan cada uno una cruz en su cima, considerada por los devotos como de gran poder o “muy milagrosas”: la Santa Cruz de Bernal, la Cruz de Maguey Manso y el Divino Salvador.

 

 

 

Cada cruz tiene su propio guardián, ya que se dice que las cruces aparecieron y le hablaron a sus elegidos para ser sus custodios, quienes han heredado la responsabilidad de cuidado a sus descendientes. Los principales rituales de veneración a las cruces se llevan a cabo entre finales de abril y principios de mayo.

En la región existen más de 500 capillas familiares, que son el espacio central de la ritualidad otomí y su organización social. Se distribuyen en diversas comunidades que de Tolimán, Casa Blanca y Cadereyta.

 

 

 

Las edificaciones son típicas, muchas de ellas ajenas al culto católico público, en comparación con otras edificaciones religiosas de mayor tamaño y pretensión, hacen de las capillas oratorio un elemento que marca la huella de la presencia otomí desde el período colonial a nuestros días.

Son espacios para el culto a los antepasados y desde 2019 se están renovando las rutas de peregrinación, y se han restaurado los murales con paisajes bíblicos realizados por indígenas; los 115 calvaritos o centros mortuorios, así como el rol de los pueblos indígenas desde el siglo XVII.

 

 

 

Capillas Otomí Chichimecas

Dónde: Tolimán, Casa Blanca, Cadereyta y Colón, Querétaro.

Cuando: uso doméstico, pero puedes unirte a un recorrido guiado.

Recorridos