Restauran los extraordinarios tesoros recuperados del Templo Mayor

Foto destacada: INAH

Con información de El País

“Nosotros estamos excavando en un lugar privilegiado como lo puede ser Jerusalén, Estambul; Alejandría, en Egipto o la misma Roma”. Arqueólogo López Lujan.

 

. . .

 

Los arqueólogos dedicados a la conservación los diversos materiales y objetos que se han hallado en el Templo Mayor, pasarán a la historia por la proeza de preservar objetos que quedaron ocultos por más 500 años, muchos de ellos, sumergidos en agua y otros completamente anegados.

Hasta ahora se han encontrado 2,550 piezas de madera que arqueólogos, restauradores y especialistas han logrado rescatar de las ofrendas halladas al pie del Templo Mayor de la vieja Tenochtitlan.

 

INAH

 

Los objetos encontrados van desde dardos, lanzadardos, pectorales, pendientes, máscaras, ornamentos, orejeras, cetros, jarras, tocados, una representación de flor y otra de hueso encontradas todas en los depósitos rituales que hacían los sacerdotes para consagrar algún edificio o lanzar alguna petición a los dioses aztecas.

Estos objetos lograron sobrevivir debido al alto y constante nivel de humedad, a la poca cantidad de oxígeno y de luz, a las mínimas fluctuaciones de temperatura; pero

para la conservación y estabilización de las piezas se usan azúcares sintéticos (lactitol y trehalosa) que logran su conservación para su estudio y exposición, quizá.

 

INAH

 

El director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján, afirma que gracias al intercambio de conocimientos con arqueólogos y restauradores de otros países, como Andras Morgos y Setsuo Imazu, se ha logrado perfeccionar el método con azúcares sintéticos para la conservación de objetos de origen orgánico.

 “Actualmente, las restauradoras María Barajas Rocha y Adriana Sanromán Peyrón, están aplicando una técnica de conservación novedosísima. Gracias a ella, la madera no se nos deshace en las manos. Son objetos sumamente delicados; cuando los extraemos de las ofrendas salen como si fueran chicharrón en salsa verde”, dice entre risas el arqueólogo.

 

INAH

 

Aun así, la colección que se está creando es única en su tipo y de las más ricas de toda Mesoamérica. Gracias a su estado de conservación, la riqueza de la colección y la diversidad. Asimismo, porque los materiales hallados son “espectaculares” ya que formaron parte del corazón de, imperio.

“Nosotros estamos excavando en un lugar privilegiado como lo puede ser Jerusalén, Estambul; Alejandría, en Egipto o la misma Roma”, sentencia López Lujan. Para la extracción de los objetos, los arqueólogos se ayuda de espátulas de teflón o de plástico; rejillas y láminas flexibles de polietileno, los artefactos de madera se trasladan al laboratorio de campo, donde son resguardados en refrigeración de manera temporal e inmersos en agua dentro de contenedores de plástico. De este modo los objetos se mantienen estables durante las tareas de registro y planeación, antes de dar inicio con el proceso encaminado a su estabilización y consolidación.

 

INAH

 

La mayoría de las piezas que se han preservado representaciones en madera de miniatura de jarras, cetros con forma de venado o serpentiformes; máscaras miniatura y pectorales; dardos, lanzadardos (átlatl) y mazos, con las que adornaban a los animales protagonistas de las ofrendas del Templo Mayor.

Hasta el momento se han registrado 40 depósitos rituales, donde se han hallado restos botánicos, aves, mamíferos y animales marinos, objetos de cobre y oro, piezas de pedernal y de cerámica; además de los 2,550 objetos de madera.

 

INAH

 

Templo Mayor

Dónde: Seminario 8, Centro Histórico de la Cdad. de México, CDMX.

Cuando: martes a domingo de 09:00 a 17:00

Cuánto: $80

Domingo entrada libre