Increíbles fotografías reviven la leyenda del Ahuízotle en Xochimilco

Foto destacada: Antonieta Martínez

El Ahuízotle fue un animal mítico, raro, mitificado y luego adorado.

 

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El Ahuízotl o Ahuizotle se describió como un perro de cola larga y una mano en la punta que atrapaba a todo lo que se acercara a sus territorios acuáticos hasta ahogarlos. Se cree que fue un animal extinto del Lago de Texcoco, emparentado con las nutrias, y por su rareza, mitificado tanto en hábitos como aspecto.

Como sea, el ahuízotl atacaba y estaba al servicio de las divinidades de la lluvia, suponía que los dioses habían elegido a la víctima y sus almas eran portadas al paraíso.

 

 

Se decía que el ahuízotl arrancaba ojos, uñas y dientes a sus víctimas en una gruta subacuática. Atraía a los humanos llorando como un bebé desde las orillas y a veces provocaba remolinos que expulsaban fuera del agua a peces y ranas… pero con los siglos se le comenzó a organizar ofrendas y en Xochimilco aún guardan los registros fotográficos de 1930.

Se trata de unas fotografías inéditas cuyo autor no se ha podido identificar todavía. En las fotos están las diversas formas que puede adquirir un Ahuízotl.

 

Ahuízotl en Xochimilco

 

 

Esta genial pieza generada con inteligencia artificial por la artista “Antonieta Martínez” con el programa Midjourney, simula fotografías de 1930, coloreadas digitalmente.

Además, estas fotos fueron restauradas y se les dio color. Un plan que comenzó en mayo de 2021. Vienen acompañadas de una leyenda: en la actualidad está estrictamente prohibido capturar imágenes de los Ahuízotl. Antes, estos seres salían a convivir con los trabajadores de las chinampas y a jugar con los lugareños. Hoy en día es muy difícil ver a un Ahuízotl por los canales de Xochimilco y cuando se aparecen, es porque demandan una ofrenda.

 

 

Se dice que si encuentras a un Ahuízotl, éste te permite andar por las aguas como si uno estuviese en un chapoteadero, sin importar la profundidad del cuerpo de agua.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Arte de Antonieta Martínez