10 Documentales mexicanos que solo puedes ver en Netflix

Foto destacada: Netflix

Los documentales de Netflix siempre dan de qué hablar y más si son mexicanos.

 

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Una buena historia es el ingrediente principal de un documental. Muchas historias son valiosas en nuestro país, así que ya está solucionado gran parte del documental, aparentemente. Porque además de tener una buena historia hay que encontrar la forma de convertirla en una película qu despierte nuestra curiosidad y que mantenga nuestra atención.

Las series documentales de esta plataforma han dejado obsesionadas a muchas personas, por sus detalles y protagonistas. Pero con el catálogo tan grande que hay en Netflix, hay unas opciones que nunca te van a aparecer en las recomendaciones, y con eso todos nos estamos perdiendo de algo muy bueno. Y como en México estamos acostumbrados a que la realidad encuentra la manera de superar la ficción, aquí te dejamos con 10 documentales mexicanos que puedes ver en Netflix.

 

Vaquero del mediodía

Dir. Diego Osorno

 

Al tiempo que se desarrolla una búsqueda para dar con su paradero, este documental repasa la vida y obra del poeta mexicano Samuel Noyola -quien fuera protegido del Premio Nobel de Literatura, Octavio Paz. A través de videos, fotografías y el nostálgico testimonio de sus allegados, este largometraje, nominado al Ariel como Mejor documental en 2020, busca honrar la trayectoria y personalidad de este excéntrico genio del ver

 

Nuestra lucha libre

 

Nuestra Lucha Libre es un documental extraordinario en donde puedes introducirte al mundo de la lucha libre, o solo para los que les gusta aprender sobre el ciclo de vida de la lucha, por así decirlo. Esta serie documental de cinco partes sería una excelente introducción a la lucha libre si no está familiarizado con el deporte, ya que cada episodio brinda una buena historia de fondo y contexto, así como una idea de luchadores específicos.

 

Los Ladrones Viejos

Dir. Everardo González      

 

De uno de los documentalistas contemporáneos más constantes y prolíficos de la industria nacional, Los ladrones viejos, es la historia de una generación de ladrones que alcanzaron sus mayores éxitos en los 60, de los códigos de conducta y ética que los caracterizaron, de las diversas “categorías” de delincuentes que poblaron las calles de la ciudad, de las alianzas con los mandos policiacos que les permitieron salir adelante, de las traiciones que las siguieron y del precio que finalmente pagaron por ello.

También puedes encontrar, La libertad del diablo y Un abrazo de 3 minutos, un documental se basa en #HugsNotWallsen donde las familias separadas de uno y otro lado de la frontera entre México y Estados Unidos, podrían reunirse por unos minutos tras haber sido divididas por la deportación, en algunos casos, hasta por 10 años. El resultado es una historia que humaniza el fenómeno migratorio; desgarrador y emotivo por igual.

 

Bellas de Noche

Dir. María José Cuevas

 

Este documental es una mirada a la gloria, el ocaso y al resurgimiento de las primeras reinas del cabaret en México. La ópera prima de María José Cuevas nos transporta a los tiempos de la música disco en México, a las risas y lágrimas del paso de los años, las emociones y los retos personales por la vida de cada una de estas mujeres. El documental fue ganador a Mejor Largometraje Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine en Morelia.

 

Las tres muertes de Marisela Escobedo

Dir. Carlos Pérez Osorio

 

La periodista Karla Casillas Bermúdez aborda el caso de Marisela Escobedo Ortiz, una activista mexicana asesinada en 2010 mientras mantenía un plantón en protesta por la falta de justicia en el feminicidio de su hija Rubí, ocurrido en 2008. Tras el estreno del documental de Netflix, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dio un plazo de tres meses al gobierno mexicano para presentar sus observaciones y determinar la admisión del caso. El 10 de diciembre de 2020 la Fiscalía de Chihuahua decidió reabrirlo.

 

Chavela

Dir. Catherine Gund y Daresha Kyi

 

Un no espera que este documental sea bueno pero las cosas cambian poco a poco, sobre todo si no escuchas su música; pero hay algo en este documental que te hace seguir viéndolo: su carrera, su convulsa vida personal, numerosas aventuras amorosas (y rumores amorosos) y, finalmente, su muerte, increíble. Uno de los mejores documentales mexicanos que he visto en mucho tiempo.

 

Lorena, la de los pies ligeros

Dir. Juan Carlos Rulfo

 

Son unos minutos que no te puedes perder de la vida de Lorena Ramirez, una corredora perteneciente a la comunidad rarámuri convertida en maratonista. Se hizo conocida mundialmente tras haber ganado, en 2017, la UltraTrail Cerro Rojo, una carrera de ultrafondo de 50 kilómetros y, además, por haberlo hecho con huaraches, sin calzado ni equipo deportivo. Este cortometraje documental ganador del Ariel es producido por Gael García, Elena Fortes y Daniela Alatorre, y rinde homenaje a la tradición rarámuri así como a la simbología moderna deportiva.

 

Hasta los dientes

Dir. Alberto Arnaut

 

Este documental relata el caso de dos estudiantes que fueron confundidos por sicarios y asesinados. El Gobierno mexicano anunció la muerte de dos supuestos criminales, pero en realidad se trataba de dos alumnos del Tecnológico de Monterrey, quienes fueron torturados y asesinados por militares. Este documental resultó ganador del Ariel.

 

Camino a Roma

Dir. Andrés Clariond

 

Roma fue un parteaguas dentro de la filmografía nacional, al convertirse en la primera cinta mexicana en ganar el Óscar a Mejor película extranjera. En paralelo a la filmación, Andrés Clariond y su equipo llevaron a cabo un proceso de documentación cuyo pietaje se convirtió en un documental sobre el detrás de cámaras de la historia de Alfonso Cuarón. Si la escena del alumbramiento del bebé de Cleo era fuerte, presenciar cómo se rodó deja la piel de gallina.

 

Crónicas del taco

 

Aclamada como uno de los mejores documentales mexicanos de los últimos años, esta docuserie habla de los tacos en todo el país, de sus variedades, mitologías y romances. Es una forma de explorar nuestro país a través de su gastronomía, y también de ponerse triste al ver todos estos puestos a los que no podemos ir a comer.