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Leyendas de médicos, fantasmas y lugares oscuros que ponen la piel de gallina: los hospitales de México.
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Seguramente escuchaste la leyenda del médico que se volvió loco, de la enfermera que se aparece en el hospital o de los gritos y gemidos nocturnos en la sala de operaciones.
Probablemente escuchaste varias leyendas urbanas que ahora son populares. Pero ¿qué tal si no fueran solo leyendas?
Las historias aquí descritas difícilmente pueden ser probadas pero sí han sido muy difundidas debido a que son eventos inusuales o peculiares que nos generan alerta y advertencias. A menudo evocan de terror, conmoción, repulsión y algunas hasta Es por eso que aquí te dejamos con estas historias de terror dentro de algunos hospitales de México. ¿Recuerdas alguna?
Ex antiguo Hospital de Santa Cecilia
Guanajuato
Este lugar tiene la forma de un castillo y aunque ahora es un hotel, se sabe que el sitio fue albergue y hospital a principios del Siglo XX. Este sitio es popular porque tiene muchas historias donde los objetos se mueven solos o cambian de lugar de un momento a otro; las puertas se abren y cierran solas, hay muchos sonidos extraños, y apariciones de fantasmas y siluetas luminosas.
La Castañeda
CDMX
Es bien conocido el grado de crueldad y horror que se vivió en este lugar por más de medio siglo. Aunque este manicomio tuvo el apoyo total del gobierno de Porfirio Díaz, e incorporaba adelantos arquitectónicos y tecnología médica de la época con el pabellón de “imbéciles”, “tranquilos”, “violentos”, “toxicómanos”, “agitados”, “infecciosos”, etcétera. El manicomio pretendía ser un hito en la historia de la atención psiquiátrica en México y fue demolida, salvo la fachada del edificio de Servicios Generales que fue trasladada a Amecameca. Lo demás que quedó en Mixcoac se convirtió en las Torres de Mixcoac donde según sus habitantes, se escuchan fuertes gritos y lamentos nocturnos.
La Casa de los Perros
Guadalajara
La Casa de los Perros fue la imprenta del diario “El Despertador Americano”, y años después propiedad de don Jesús Flores. Cuando era un mayor, se casó con Ana González con quien hizo una promesa, a quien muriera primero, el otro tendría que rezarle nueve rosarios cada año al fallecido. Con el tiempo, el ansiado falleció, sin embargo, la viuda no cumplió su parte, sino que al quedarse con la herencia, se casó con el joven mayordomo de la casa, José Cuervo, quien tenía la misma edad de Ana.
Tras esto, abandonaron la propiedad y por mucho tiempo se aseguró que aquella persona capaz de rezar los nueve rosarios a media noche en la vivienda, podría quedarse con ella; pero la gente que lo intento, siempre salía huyendo del sitio.
El niño del Hospital General
CDMX
Un niño muy enfermo dijo antes de morir “mamá”, ya que su madre no se encontraba presente. Algunos trabajadores del hospital aseguran haberse encontrado en los pasillos del hospital con un niño que pregunta constantemente por su madre, a la espera de que un alma bondadosa se apiade de él y lo lleve con ella.
El Ángel de Bondad
Coahuila
En la década de los años 30, en el Hospital General de Torreón donde hoy en día se encuentra el Hospital Universitario, que en aquellas épocas tenía camas viejas, sabanas percudidas con sangre y manchas de los enfermos el libro. En aquel entonces los pacientes contaron que había una monjita de caminar suave, que más que caminar parecía deslizarse sobre el piso del hospital.
Cuando las enfermeras del turno nocturno dormitaban, la monjita se hacía presente; se tardaba en administrar el medicamento a sus pacientes y al intentar seguirla desaparecía misteriosamente… pocas personas vieron el rostro.
Hospital Psiquiátrico San Rafael
CDMX
Existen muchas leyendas de este Psiquiátrico, pero la más conocida es la de una persona que fue encerrada sin razón aparente (ja) llamado Mario Cantú, próximo a cumplir su mayoría de edad pero su propia madre lo internó en el Psiquiátrico para evitar que su hijo se fuera y la abandonara… pasaron 18 días entre torturas y electroshocks, hasta que y cinco meses después pudo ir retomando su vida con normalidad. Mario comentaba que si los pacientes no obedecían, los amenazaban con practicarles una lobotomía para de esta forma cambiar sus pensamientos.
Hospital embrujado
Morelia
En el quirófano es uno de los lugares de este hospital donde se han presentado más fenómenos inexplicables, pues se aparece un hombre que traspasa los muros, va de cuarto en cuarto lamentándose. Se dice que cuando los visitantes llegan al sitio es espeluznante recorrer los largos y desolados pasillos pueden sentir como fuerzas invisibles caminan tras de ellos.
La morgue es el lugar donde las manifestaciones son más poderosas, se puede escuchar como las camillas ruedan desde el pasillo hasta la morgue y lamentos que emanan desde ahí… pero en las salas y cuartos hay apariciones y presencias sobrenaturales que muy pocos las han vivido en carne propia, especialmente el vigilante del edificio quien es el que sabe con certeza las cosas extrañas que suceden dentro del hospital don prácticamente no hay ninguna persona rondando en el interior.
La planchada
CDMX
En el Hospital Juárez de México y en el Hospital San Juan de Dios, se dice que en 1943 trabajaba una enfermera, Eulalia, quien se caracterizó por lucir siempre con su uniforme perfectamente planchado y dispuesta a cuidar a los pacientes que así lo necesitaran. Eulalia se enamoró de un médico llamado Joaquín, pero este no correspondió al amor, haciendo que Eulalia cayera en depresión tratando mal a los pacientes y olvidando entregar las medicinas.
Al poco tiempo Eulalia decidió quitarse la vida, y a partir de ahí comenzaron a surgir testimonios de gente que era atendida por una amable enfermera que no parecía pertenecer al personal del hospital. Una chica joven con la ropa impecable, perfectamente planchada.
Hospital Fantasma de Morelia
Se cuenta que, en un viejo hospital de Morelia, el cual se mantiene activo hasta nuestros días, los médicos y vigilantes han sido testigos de numerosas apariciones. Los quirófanos son uno de los principales lugares en los que aparecen siluetas humanas, para luego difuminarse en el aire. También se cuenta que se pueden escuchar gritos desgarradores y ruidos extraños de las salas vacías.
Los vigilantes dicen que en la morgue se escucha el rechinar de las puertas y camillas. Así como susurros provenientes del interior. En terapia intensiva, ubicada en el octavo piso, existen numerosas historias sobre una mujer de bata blanca quien al deambular por los pasillos va dejando un rastro de sangre que desaparece a los pocos segundos. Los intendentes señalan que cuando se acercan con intenciones de limpiar, las manchas ya no están.
De acuerdo con los vigilantes más antiguos del hospital, la historia de la mujer del octavo piso es trágica. Se trataba de una paciente que recibió un trasplante de riñón. No obstante, su cuerpo no lo asimiló de buena forma. Los intensos dolores hicieron que la mujer sucumbiera ante la desesperación y decidió arrojarse por la ventana. Nadie en el piso se percató hasta que vieron la ventana de la habitación abierta.
