Fósiles marinos, el secreto que ocultan los pisos del Metro de la CDMX

La Ciudad de México tiene una historia nutrida y un sincretismo extraordinario. Curiosamente, las estaciones de metro de las distintas grandes ciudades del mundo se han ido convirtiendo en símbolos de identidad; ahí se conjugan elementos del subconsciente colectivo y en la ciudad de México esto sobresale.

Se ha hablado mucho del surrealismo característico de esta urbe; lo cierto es que más allá de un simple folclore continuo, existe una lógica que desvela la complejidad de una ciudad con historias mezcladas desde la conquista. Lo anterior se muestra en las estaciones de metro más extraordinarias.

 

 

En esta ocasión, un nuevo secreto sobre nuestro sistema de transporte favorito ha sido revelado gracias a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es que en el ‘gusano naranja’ hay fósiles marinos que seguro ya has pisado y te contamos la historia. 

Este transporte tiene el amor y odio de los chilangos. Es sumamente efectivo, pero también culpable de retardos en una junta, de llegar sin celular y muy sudados por toda la gente que logra entrar a los vagones. Lo cierto es que está lleno de historia, secretos que lo hacen cada vez más valioso. 

 

 

Si alguna vez te preguntaste la razón por la que los convoys son naranjas, déjanos contarte que todo se debe a que fueron comprados a la empresa Alstom que en ese momento tenis un modelo en dicho color. El país adquirió los trenes con la posibilidad de cambiar el tono, pero el Departamento del Distrito Federal también tenía en dicho color a su distintivo y optaron por dejarlos así. 

 

 

Hay fósiles marinos en el Metro de la CDMX

 

 

A través de su cuenta de TikTok, el departamento de Divulgación de Ciencia de la UNAM dio a conocer que hay fósiles marinos que vivieron hace millones de años en el suelo de las estaciones del Metro. Se tratan de pequeñas manchas que tienen mucha historia detrás. 

Son muy pequeños y se deben ver a detalle. De acuerdo con esta publicación, datan del periodo Cretácico, es decir, de hace unos 145 a 66 millones de años, de la misma época en la que los dinosaurios aún pisaban nuestro planeta. 

Se tratan de moluscos gasterópodos y braquiópodos: variantes de los caracoles y las conchas que ahora podemos encontrar en la playa. La publicación indica que tras morir, se quedaron preservados en roca tras el proceso de fosilización y es que las losetas con las que está tapizado el suelo de este transporte se extrajeron de montañas. 

 

 

Si te preguntas cómo pudieron llegar ahí, esas montañas eran mar o lagos y con el movimiento de las placas tectónicas y la erosión, los terrenos se elevaron. Pueden ser vistos en varias estaciones de las diferentes líneas que existen. Incluso refieren que pueden encontrarse en el suelo del Palacio de Bellas Artes. 

Ahora lo sabes, has pisado historia en todo este tiempo sin darte cuenta. Pero puedes comenzar a prestar más atención a estos fósiles urbanos que están en el Metro de la CDMX.