La pirámide inadvertida en el parque ecoarqueológico del Cerro del Judío en la CDMX

Foto destacada: Kev Díaz

Este parque es todo un conjunto ecoarqueológico en la Magdalena Contreras.

 

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Cada Semana Santa en el Cerro de los Venados, hoy en día conocido como Cerro del Judío, los vecinos se reúnen para las festividades en las tres cruces en la cúspide que anuncia el sacrificio de Cristo y a San Bernabé, el patrono del pueblo.

En el cerro de Mazatépetl denominado así por los antiguos pobladores del lugar, se encuentra una pirámide y otros monumentos arqueológicos a 2750 metros de altura sobre el nivel del mar. Se trata de un asentamiento arqueológico otomí, que consiste en una pirámide que cuenta con una escalinata que tiene una tortuga con garras de jaguar labrada en piedra.

 

 

El cerro de Mazatépetl es considerado Área Natural protegida,​ según lo acordado entre la alcaldía Magdalena Contreras y la Comisión de Recursos Naturales y existe un centro ceremonial recuperado por el INAH a cargo del arqueólogo Francisco Rivas en el año 2000 y se nombró Parque nacional Lomas de Padierna.

El arqueólogo Rivas señala que muy probablemente constructores sean grupos tepanecas, un grupo que vivía en la zona al momento de la Triple Alianza, formada por Tlacopan, Texcoco y Azcapotzalco.

 

 

La importancia de esta zona arqueológica está en que es el cuarto ejemplo de arquitectura labrada en piedra en Mesoamérica además de contener vestigios de los poblamientos prehispánicos en el lugar. Este espacio montañoso no parecía haber tenido una relevancia particular en el contexto histórico prehispánico de la Cuenca de México hasta los vecinos de San Bernabé Ocotepec sabían que el cerro escondía una pirámide importante y otros vestigios.

Se trata del primer elemento patrimonio cultural tangible de la alcaldía. Hoy en día es un conjunto arqueológico con museo de sitio, y espacios abiertos al público para que los ciudadanos conozcan y disfruten de una parte importante del pasado.

 

 

Otra característica importante de este sitio es que debido a su gran altura, lo hace un mirador imponente desde donde se puede ver la ciudad de México, los principales cerros, los imponentes volcanes, así como los edificios icónicos de la ciudad. Pero del otro lado, es posible contemplar el Ajusco y la sierra de las Cruces.

En este sitio se han encontrado objetos como un silbato de la muerte o resonador de caos que puede emitir silbidos y otros ruidos potentes audibles hasta más de un kilómetro de distancia. No es improbable que los guardianes de ese lugar se comunicaran con sus congéneres mucho más abajo para alertar sobre posibles peligros y avisar de ciertos acontecimientos.

 

 

En una estructura de la plaza principal se pueden ver los restos de una escultura que representa una tortuga-jaguar de un metro y medio de largo. La única referencia encontrada de este animal es una representación pintada en los murales de Cacaxtla, en el estado de Tlaxcala. Si existe una filiación entre los dos sitios, se da por una población desterrada de su ciudad de origen ya abandonada antes del año 1200.

En la falda suroeste del cerro de Mazatépetl, hay un monolito de basalto de varias toneladas que representa el rostro del dios Tláloc.  El culto a Tláloc se manifestaba en parte a través del culto de los cerros que eran los reservorios del agua, no sólo de lluvia sino de todo tipo de agua en movimiento.

 

 

El sitio se caracteriza por la convivencia armónica con el entorno ecológico y ambiental. Cuenta con un sendero ecoturístico de acceso a una pirámide, así como con invernadero, mirador y una unidad de servicios sociales y ecoarqueológicos.

 

Fotografía de Wikiwand

 

Parque Ecoarqueológico Mazatépetl

Dónde: las cruces, s/n, San Bernabé Ocotepec, Magdalena Contreras

Cuando: lunes a domingo de 09:00 a 18:00

Entrada libre