10 mitos sobre la Independencia mexicana

Desmitificando las historias de los héroes nacionales.

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La Historia forma parte de una narrativa que construye nuestra identidad,

que responde a momentos y etapas del desarrollo de un país, y que pone en evidencia la visión e ideología de los soberanos. Desde finales del siglo XIX hasta los años 60 del siglo XX, México estuvo marcado por la construcción de un país con miras anacrónicas y positivistas, que se dedicaron a mitificar a los héroes de la Independencia con el fin de generar un sentimiento de unidad, por la idea de forjar patria. Más allá de condenar esta construcción cultural de una visión heroica, hoy en día nuestra deber crítico sería preguntarnos si ¿en realidad Miguel Hidalgo el cura benevolente entregado a la causa independentista?, ¿Guerrero e Iturbide desfilaron juntos cuando México se convirtió en nación? ¿Fue la Independencia un movimiento originado por el pueblo? La idea de desmitificar, narrar una contrahistoria o ir a contrapelo de la historia, como diría el pensador Walter Benjamin, es que también podemos darle voz, gloria y el reconocimiento, a los personajes que no están dibujados con honores en los libros de textos, y hacer posible homologar ambas versiones para tener una crítica objetiva ausente de cualquier interpretación. Es por eso, que nos hemos dado a la tarea de desmitificar 10 construcciones culturales alrededor de la Independencia de México. Mito Se dijo que la madrugada del 16 de septiembre de 1810, Hidalgo tocó personalmente la campana de Dolores, la llamada esquilón de San José, para llamar al pueblo a tomar las armas y levantarse contra la monarquía Española. Realidad El cura no lo hizo. No había cuerda tan larga como para tocarla desde el atrio de la parroquia, así que envió al sacristán a que subiera y echara las campanas a vuelo. Mito Se leyó que Miguel Hidalgo arengó a la gente a rebelarse gritando: “¡Viva la independencia, viva la libertad, viva la virgen de Guadalupe!” Realidad Esta versión es falsa. Lo que dijo fue: “¡Viva la religión! ¡Viva Fernando VII! ¡Muera el mal gobierno!” gritos que no iban contra los franceses, ya que en aquel entonces gobernaban España luego de invadirla. Mito Según la historia al cura Hidalgo, literalmente se le apareció la virgen en la mañana del 16 de septiembre, unas horas después del grito, donde Hidalgo y sus hombres llegaron a la iglesia de Atotonilco y decidió tomar un descanso en la sacristía. De pronto se escuchó que la gente gritaba con júbilo. De ahí, que haya tomado a la virgen como estandarte. Realidad Hidalgo sí era guadalupano, pero es falsa la aparición y con ello la idea de que tuviera planeado tomar a la imagen de la virgen como bandera de los insurgentes. El cura salió a ver qué sucedía y se dio cuenta que habían tomado una imagen de la Guadalupana, la ondeaban y la vitoraban, entonces Hidalgo, al ver el júbilo del pueblo con la representación decidió tomarla como bandera. Mito Es que doña Josefa Ortiz de Domínguez, mejor conocida como la corregidora, es una viejita casi decrépita que tiene un tejido en las manos y que no hacía más que bordar y preparar el café para los insurgentes. Realidad Lo cierto es que doña Josefa era una mujer muy atractiva. Tenía 41 años cuando estalló la independencia, y había sido la amante del corregidor hasta que éste enviudó. Se decía que era amante de Allende, quien también tenía 41 años, y que se llevaron tan intensamente durante varios meses. Claro que no hay forma comprobar estos dichos. Mito La historia oficial dice que un hombre joven y fuerte, llamado Juan José María Martínez, conocido como “El Pípila” se echó una losa a la espalda para protegerse de los disparos, y así avanzó hasta la puerta de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato para prenderle fuego a la puerta, con lo cual los insurgentes pudieron tomar la fortaleza. Realidad Esto es falso. Lo más probable es que hayan sido un grupo de “pípilas”, es decir, un grupo de mineros que avanzaron juntos hasta la alhóndiga protegiéndose con escudos improvisados, sólo así era posible concretar la hazaña. Mito Siempre se ha creído que Hidalgo y Allende eran muy buenos amigos entre ellos, pero lo cierto es que tenían diferencias tan irreconciliables que casi eran enemigos. Realidad Antes de que comenzara la independencia, Allende estaba llamado a ser el jefe de la insurrección e Hidalgo sólo un subalterno con poder de convocatoria. Al ser descubiertos, Allende propuso huir, pero Hidalgo dijo no, y se lanzó a las armas. Eso lo convirtió de un momento a otro en el jefe del movimiento dejando relegado a Allende. Mito El padre de la patria era un hombre bueno, sabio, justo e incapaz de cualquier exceso o fechoría.  Realidad Después de la revuelta, a Hidalgo el cura perdió el piso al ver el poder de convocatoria que tenía, además de ver a su ejército de más de cien mil personas. Decidió proclamarse “Alteza Serenísima” y dispuso de hombres y vidas. Permitió el saqueo y el asesinato a sangre fría. Allende se percató de esta situación y hacia diciembre de 1810 planeó envenenarlo, pero el cura siempre traía guardaespaldas y fue imposible hacerlo. Mito Los sentimientos de la nación, es un documento donde proyectó lo que debía ser México al alcanzar la independencia. Realidad Más y más historias de la Independencia. Mito Se habla de la existencia de un niño artillero que vivía en Cuautla, llamado Narciso Mendoza. Realidad La realidad es que esto surge de una anécdota contada por unas prostitutas en el sitio de Cuautla. Mito La historia dice que la bandera de México surge gracias a que Iturbide la mandó confeccionar, con franjas diagonales, cada franja con una estrella al centro, después de la independencia. Realidad Esta bandera fue entregada hasta el 24 de febrero de 1821. Se llamó bandera trigarante, porque defendía tres garantías cuyos colores eran el verde significaba independencia, el blanco la religión y el rojo la unión.  Mito Se cree que la independencia trajo consigo una forma de gobierno más flexible con las personas, ya que se derrotó a la monarquía española que había explotado las tierras, había saqueado los minerales y minas del país, y prácticamente esclavizado y asesinado a millones de indígenas. Realidad La realidad es que esto solo cambio un poco, ya que se implementó una monarquía constitucional moderada, que dio pie a un nuevo imperio mexicano donde Agustín de Iturbide, fue el primer emperador.