Foto destacada: Carlos Mejía / El Universal
Daniel Hourdé explora la dimensión onírica de la relación del hombre con el mundo.
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Daniel Hourdé es un maestro especializado en la escultura de bronce, que a través de sus combinaciones con técnicas clásicas de modelaje y códigos de la figuración pop de los 70, asociados en contextos incongruentes, se ha dado a destacar por todo el mundo.
Hourdé estudió en la Escuela de Bellas Artes de Grenoble y en la Escuela de Bellas Artes de París hasta 1972. Es un artista destacado en atrapar la acción existencial, con objetos actuales y cotidianos o evocaciones quiméricas. Haciendo emerger estas referencias en una representación clásica impregnada de realismo, y desde principios de la década de 1980, su obra se ha expuestos en diversas galerías y ferias de todo el mundo.
Este artista francés exhibe una veintena de esculturas, pinturas y dibujos, la exposición es una de las actividades culturales organizadas por los gobiernos de México y Francia para fortalecer y continuar su intercambio diplomático y acercar a sus ciudadanos lo mejor de ambos países.
La obra de Hourdé te sumergirá en una dimensión onírica relacionada con la vanidad humana. El circuito exterior de la exposición comenzará con un barco de bronce con componentes humanos, animales y vegetales. Se trata de una estructura metálica con 1.400 dibujos, en los que se puede apreciar la bajada a los infiernos como la subida al paraíso.
Como parte del circuito interior de la exposición, una de las salas contiene su interpretación de las vías cruces y otra alberga sus dibujos, algunos de los cuales fueron realizados durante el confinamiento durante la pandemia, dentro de su estudio en el centro de París. La escultura, el dibujo y las instalaciones son trágicas y lúdicas, en la línea del cristianismo y el manierismo.
En sus obras se puede destacar una gran técnica de modelado y un conocimiento quirúrgico de la anatomía humana que le permite crear esculturas habitadas por sublimes gigantes, cuyos atléticos y esculpidos cuerpos de nervios evocan la tradición del “desollado”, trabajo que se desafía constantemente al incluir motivos lúdicos, divertidos títulos e inserciones de la cultura pop, con el objetivo de traspasar los límites.
Sus motivos recurrentes son los esqueletos, la Cruz y la corona de espinas, la Caída y la Redención, los depositarios de las danzas de la muerte de la Edad Media y el visionario retablo de Issenheim.
Daniel Hourdé
Dónde: Museo del Ministerio de Relaciones Exteriores, Calle República de El Salvador 47, en el centro de la Ciudad de México.
Cuándo: hasta 31 de octubre, lunes a sábado, de 11:00 a 17:00
Entrada libre