Edificio Celanese, el edifico que desafía las leyes de la física en Avenida Revolución

En este edificio, ubicado al sur de la Ciudad de México, su creador dejó muy claro que para hacer buena arquitectura hay tres conceptos que deben entenderse como un todo: Estructura, forma y función. Partiendo de esta triada, el arquitecto que diseñó esta obra del brutalismo mexicano. El brutalismo se caracteriza por el gran uso de concreto. Mas, en esencia, es que los elementos constructivos sean evidentes en la fachada. Por tal motivo, el edificio de Celanese, aparte de ser del estilo internacional, también es brutalista, una arquitectura humana que cumple una función social, la de hacer edificios para que las personas vivan mejor. Buscar una arquitectura que no pase de moda y que tenga valores mexicanos. El edificio Celanese Mexicana, construido en 1968 por Ricardo Legorreta, cumplió en 2018 su cincuenta aniversario. Se trata de una construcción que se alzó siete años después de la Avenida Revolución sobre la cual se encuentra, una vialidad que conecta desde Benjamín Franklin hasta el Estadio Olímpico Universitario. Ha pasado medio siglo y, desde entonces, el indudable peso del tiempo ha modificado su entorno, sin embargo, la monumentalidad del edificio permanece y constituye su paisaje inmediato. Un edificio que, en palabras de Octavio Paz, es ‘una piedra hecha de tiempo’. La singularidad del Edificio Celanese –proyecto sumamente innovador en la época en la que fue construido– es además de su elegante y moderno lenguaje formal su inteligente solución estructural, que fue determinante para la distribución de espacios y funcionamiento del interior. El programa arquitectónico del edificio se desarrolló alrededor de un núcleo o poste central de concreto armado, del cual se desprenden una serie de armaduras y tensores de acero que literalmente quedan suspendidos hacia los extremos. Esta solución estructural, le permitió al arquitecto Legorreta crear una serie de entrepisos que permitieron un mejor aprovechamiento de los flujos de oficinas. Se muestra un diseño continuo en el interior pues el espacio queda libre y sin muros intermedios, siendo un opositor de la planta convencional. En la torre de oficinas se halla la sensibilidad técnica aprendida con Jose Villagrán, así como en su interior se muestra claramente un sentido funcionalista al implementar grandes entradas de luz, grandes claros y gran amplitud al espacio. El Edificio Celanese además de ser un referente en la carrera del Arquitecto Ricardo Legorreta Vilchis, es también un importante hito al sur de la Ciudad de México, tanto por su calidad constructiva como por sus cualidades plásticas. En las fachadas, el estilo Legorreta empieza a desarrollarse, predomina el vano sobre el macizo. Sin embargo, la celosía de acero se muestra como un gesto de contemporaneidad al contexto. Su calidad constructiva y plástica, así como su solución estructural, hicieron que se volviera un referente urbano.