El pueblo rico en identidad cultural que tiene un gran pasado histórico.
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Si dices Cora, te estarás refiriendo a un pueblo originario y a una lengua, aunque el origen y significado de “Cora” es desconocido. Le llaman Cora a su lengua naayeri y posee 8 variantes, 7 de ellas se hablan en el Estado de Nayarit y una -coracorapeño- en el Estado de Durango.
El pueblo asentado en la Sierra Madre Occidental vio llegar a los conquistadores en 1540 para iniciar una batalla de resistencia nombrada Guerra del Mixtón, a la cual el virrey Antonio de Mendoza respondió con una fuerte concentración de tropas.
Los Cora mantuvieron una región autónoma del poder virreinal y de la Iglesia católica hasta 1722 cuando desde Zacatecas, llegaron soldados apoyados por indios flecheros -entre ellos algunos huicholes-. Perdida la batalla, se sucedieron casi dos siglos de una sociedad vigilada por los españoles.
Aunque vigilados, permanecieron hasta cierto punto independiente -de vez en vez, tomaban cualquier pretexto para matar “rebeldes”-, fue a partir de este tiempo que los coras se relacionaron con otros pueblos, hacia el norte con los tepehuanes y al oriente con los huicholes.
A mediados del siglo XIX los coras formaron parte del movimiento encabezado por Manuel Lozada, formado por una alianza política y militar con los mestizos del altiplano y la costa del territorio de Tepic. Este periodo de mucho mayor independencia, que duró de 1857 a 1873 les permitió reformularse.
La sociedad Cora están conformada por grandes familias, cada una de ellas dirigida por un líder, el tonati -cargo que se heredaba-, los líderes religiosos eran siempre dos, parte de sus prácticas era el consumo de plantas enteógenas, como el peyote.
Fueron estas figuras de su sociedad que, durante el periodo de independencia que tuvieron entre 1857 a 1873, reincorporaron una vez más los rituales comunitarios a partir de la combinación de sus tradiciones religiosas con elementos del catolicismo aprendidos de los misioneros.
Un ejemplo de esos rituales es “el costumbre”, fiesta-ritual que combina ambas tradiciones. Pero son muchas más las huellas del sincretismo, como la existencia de las uniones monogámicas y también poligámicas.
El parentesco y el culto a las deidades se mantuvieron muy unidas. Cada cinco años, se realiza una ceremonia de ingreso al grupo a los niños nacidos en el periodo, anualmente se celebran tres fiestas relacionadas al crecimiento del maíz.
Como muchos otros pueblos originarios los Cora relacionan a los santos con las deidades originarias, San Miguel Arcángel-el Lucero de la Mañana, Jesucristo-el Sol, la Virgen de Guadalupe-diosa de la Tierra y de la Luna. Pero siguen existiendo rituales exclusivos para los astros como entes vivos.
Durante ciertas ceremonias, los seres humanos se conciben como imágenes de los astros, de tal manera que al ejecutar ciertas acciones influyen en los cuerpos celestes, las estaciones y los cambios climáticos pueden ser propiciados por los seres humanos, pues todo lo que existe en la naturaleza posee cierto poder mágico, y los coras aprovechan dichos poderes.
Foto destacada: Alejandra Álvarez