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José Chávez Morado fue un gran muralista y divulgador del arte mexicano, con una estética muy peculiar y crítica.
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José Chávez Morado fue un gran muralista mexicano sucesor de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros; que como muchos otros muralistas, cuando no tiene estos nombres, ha pasado desapercibido en el mundo del muralismo mexicano del siglo XX. Es una lástima, porque sus murales y pinturas son fabulosos, tienen una estética peculiar e incluso más atractiva que la de Rivera; fue un gran divulgador y esteta comprometido con la educación y el arte, además de haber sido un activista de la izquierda mexicana.
Chávez Morado nació en Silao, Guanajuato en 1909. Fue un gran esteta y lector, gracias a la biblioteca que heredó de su abuelo. Viajó a EU a los 16 años donde trabajó en granjas y pescando salmones. Pero tomó clases en la Escuela de Arte Chouinard en Los Ángeles, y más tarde conoció a José Clemente Orozco mientras lo observaba hacer su mural Prometeo en Pomona College.
Desde 1935 inició haciendo murales con temática política, como el de La Lucha Antiimperialista. Perteneció a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y en 1937 viajó a España junto a Silvestre Revueltas, José Mancisidor, Carlos Pellicer, Fernando Gamboa, Juan de la Cabada y Octavio Paz para hablar del Arte Revolucionario Mexicano .
En 1950 creó el Taller de Integración Visual en colaboración con el INBA. En 1952 realiza tres murales en la Torre de las Ciencias (Torre II de Humanidades) de Ciudad Universitaria. Trabajó con Juan O´Gorman en 1954 en un mural con piezas de cerámica industrial e hizo un mural en los Laboratorios Ciba en México.
Desde 1955 hasta antes de su muerte, trabajó en muchos murales en la Alhóndiga de Granaditas, el Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el Centro Superior de Artes Aplicadas, en el Museo del Caracol, Museo Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México, y ayudó a convertir la Alhóndiga de Granaditas en museo del cual fue nombrado director.
Asimismo, fundó el Museo del Pueblo de Guanajuato, y trabajó en muchas pinturas llenas de sátira política y creencias populares, religiosidad campesina, ironía y una crítica social y fantástica. Es un artística con un dejo de surrealismo, ya que pensaba que el “realismo no existe en absoluto... Yo lo que busco es apoyarme en lo que veo y dejar que salga, a veces muy directamente”.
En 1985, la Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó el reconocimiento de Doctor Honoris Causa. En 2000, el Instituto Nacional de Bellas Artes le otorgó la medalla conmemorativa del Palacio de Bellas Artes. José Chávez Morado murió a la edad de 93 años en la ciudad de Guanajuato en 2002.
Aquí te dejamos más de sus obras, que sin duda, son gloriosas.