Fotos: Reinhard Dirscherl
Además del descubrimiento subacuático, se han encontrado ofrendas de cerámica, pintura rupestre y una estela maya.
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En 2021 un equipo de arqueólogos descubrió una canoa maya de madera, que según los estudios tiene más de 1.000 años de antigüedad. Se trató de una embarcación de 1,6 metros, hallada casi intacta y sumergida en un cenote cerca de las ruinas de la ciudad maya de Chichén Itzá.
Se cree que la cano pudo haber sido utilizada para extraer agua del cenote o para depositar ofrendas rituales. Este extraordinario hallazgo se produjo durante las obras de construcción del nuevo ferrocarril turístico conocido como Tren Maya, que conecta los estados de Yucatán y Quintana Roo, y recientemente se han hallado otras cosas bastante interesantes.
En un recorrido arqueológico llevado a cabo por un equipo subacuático del INAH, que tenía como propósito indagar en los sistemas subterráneos de cenotes y grutas vinculados con la ruta de Tren Maya, en donde participan arqueólogos subacuáticos, espeleobuzos y espeleólogos, se pudo hacer la prospección y el registro subacuático de más de 100 kilómetros.
Esta información se dio a conocer en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, donde el antropólogo presentó un video sobre el trabajo conjunto de equipos multidisciplinarios, donde se hicieron levantamientos topográficos, fotogrametría y estudios con escáner láser, que permiten establecer medidas de protección y conservación de un total de 1,013 rasgos naturales identificados en las tareas de salvamento arqueológico que acompañan al Tren Maya.
Además, de la canoa prehispánica en el cenote principal del sitio arqueológico San, en el lugar también se ubicó una cueva tapiada en el muro de una rejoyada, en cuyo interior se localizaron 35 ofrendas de cerámica, pintura rupestre, piezas líticas, una estela y bancos de material, así como un pozo, de más 50 metros de profundidad, con restos humanos; evidencias que hablan de la importancia de los ambientes subterráneos asociados con el xibalbá o el inframundo de la cultura maya ancestral.
En el Tramo 5 del Tren Maya, se han hecho hallazgos en un terreno de 100 mil metros cuadrados topografiados y cartografiados, sobre todo de metates, piezas cerámicas fragmentadas y completas, así como materiales de conchas marinas y restos óseos de humanos y animales.
Quizá, le segmento del Tren Maya de Cancún a Tulum, sea uno de los lugares más valiosos. Se han encontrado destacan petrograbados, pinturas rupestres y de cerámica, contextos mortuorios, templos petroglifos y petrograbados, así ocmo diversas figurillas en todo el camino.
En lo que se trata de los hallazgos subacuáticos, este se encuentra siendo registrado de forma sistemática y minuciosa, acorde con los parámetros de la investigación científica nacional e internacional.
En lo que va de los hallazgos del Tren Maya, hasta el 14 de noviembre de 2022, como parte de las obras del Tren Maya, se han registrado y preservado 28,963 bienes inmuebles, 1,464 elementos muebles, 450 osamentas humanas, 549 vasijas completas y 672,693 fragmentos cerámicos, los cuales brindan importantes datos sobre la vida cotidiana, la ritualidad, el comercio y otros aspectos de las sociedades mayas de la antigüedad.
Archivo INAH-SAS /Erik Sosa Rodríguez
A la postre, una de las herramientas que ha hecho posible la detección de 58 posibles sitios paleontológicos y arqueológicos, es el Atlas arqueológico subacuático para el registro, estudio y protección de los cenotes y cuevas inundadas en la Península de Yucatán, que se ha llevado a cabo desde hace 22 años.
Hay que recordar que todo este trabajo de los investigadores del INAH, se hace con el fin de conservar y salvaguardar el patrimonio de todos los mexicanos. Además, en los últimos 20 años de exploración se han descubierto 100 sitios subacuáticos con contextos arqueológicos y paleontológicos en la Península de Yucatán; pero tan solo en dos años de construcción del Tren Maya, se han agregaron 40 sitios a la lista.