Los secretos dentro de las esculturas y edificios icónicos alrededor de la CDMX

Los sitios icónicos de la CDMX siempre tienen cosas por descubrir.

 

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A la Ciudad de México no le faltan estatuas ni monumentos, desde los que honran a los revolucionarios del pasado, hasta los que rinden homenaje a los actores, cantantes y escritores.

Existen cientos de esculturas y sitios para ver, aunque muchos son poco conocidos y visitados, mientras que otros son icónicos como los que están en el Paseo de la Reforma, La Alameda Central y el Palacio de Bellas Artes, siguen siendo sitios clave para ver en su totalidad si eres fanático de las edificaciones históricas.

A pesar de todo, ¿qué hay dentro de estas estatuas e incluso de los fascinantes íconos alrededor de la CDMX? ¡Aquí te lo decimos!

 

 

Monumento a la Revolución

 

Este imponente edificio es el arco del triunfo más grande del mundo y tardó 28 años en construirse. Ahora es un mausoleo que contiene los restos de algunos de los protagonistas más importantes de la Revolución Mexicana, como Pancho Villa y Venustiano Carranzo, entre otros. El Monumento a la Revolución es uno de los lugares imperdibles de la capital.

Además es un museo de sitio donde se pueden apreciar las distintas etapas constructivas del Palacio Legislativo, una sala de exposiciones temporales en la que periódicamente se exhiben diferentes muestras con temas complementarios al movimiento armado de 1910.

 

 

El Ángel de la Independencia

 

 

Se dice que el basamento contiene los restos de los héroes en el mausoleo, que  en 1925 los restos mortuorios de Hidalgo, Morelos, Guerrero, doña Leona Vicario, Aldama, Jiménez, Mina, Quintana Roo y Matamoros, fueron trasladados de la Catedral en donde se encontraban, hasta el mausoleo  del monumento a la Independencia.

En el siglo XX fue costumbre sacar las urnas con los restos de los héroes patrios, para honrar su memoria durante los actos cívicos. Pero es algo que ya no se hace más y es posible que los restos ya no estén ahí.

 

 

Monumento a los Niños Héroes

El Monumento a los Niños Héroes es un lugar imponente en el corazón del Bosque de Chapultepec, la ubicación de este monumento está en el espacio verde urbano más grande de la Ciudad de México. Construido en memoria de los Niños Héroes que defendieron el Castillo de Chapultepec de las fuerzas invasoras estadounidenses, ahora es un punto focal del parque. Pero este monumento está lleno de cemento.

 

 

Estela de Luz

 

Uno de los monumentos más recientemente construidos para conmemorar el bicentenario de la Independencia de México en 2010. Es ahora un enorme monumento de la Ciudad de México y tiene 104 metros de altura. Por dentro tiene un centro cultural que alienta el uso de herramientas digitales, Tecnologías libres y plataformas digitales.

 

 

Palacio de Bellas Artes

 

Bellas Artes es el ícono del país y por dentro tiene muchas cosas para conocer, pero hay una en particular que muy pocos conocen: el telón del palacio. Fue creado por el italiano Adamo Boari, tenía la idea de plasmar el Popocatépl y el Iztaccíhuatl en el diseño de un ventanal, tras recibir varias propuestas acerca del diseño de Harry Stoner, enviado por la casa Louis Comfort Tiffany a México. Es una impresionante obra realizada con cristales no transparentes, con 206 tableros cubiertos con teselas de cristal que pesan 27 toneladas y mide 14 metros de ancho. El proyecto del telón fue terminado por un alumno del italiano, Federico Mascal. Cabe destacar que es el único telón antifuego en el mundo dentro de un teatro de ópera.

 

 

Torre Latinoamericana

Este rascacielos de 188 metros de altura y 44 pisos es un ícono del corazón de Ciudad de México. Dentro de todo lo que hay en este lugar, quizá no sabías que hay dos museos: el del Bicentenario (piso 36) y el de la Ciudad de México y la Torre (piso 38). Ambos exhiben objetos y fotografías de épocas importantes, desde la Independencia hasta un apartado especial sobre el sismo de 1985, que incluye la grabación del periodista Jacobo Zabludovsky.

 

 

Catedral Metropolitana

 

La Catedral guarda un laberinto de nichos y para ingresar a la cripta arzobispal hay que sortear un laberinto de pasillos angostos y lúgubres en cuyas paredes están incrustados cerca de diez mil nichos funerarios. ¡Definitivamente no es el lugar en donde te gustaría perderte! La distribución de estos pasillos sigue el orden en el que se encuentran las catorce capillas laterales de la catedral. Un detalle curioso es que el pasillo que conduce hacia la cripta arzobispal, cruza por el punto exacto que tomaron como referencia los arquitectos españoles para construir la catedral y el resto de la antigua Ciudad de México.

 

Torres de Satélite

 

Las torres fueron el resultado del trabajo colaborativo entre el escultor Mathias Goeritz, el arquitecto Luis Barrragán y el pintor Chucho Reyes Ferreira, quienes empezaron esta obra a petición del arquitecto Mario Pani, el encargado de la proyección de la zona habitacional conocida como Ciudad Satélite en 1957.

Inspirados por las torres medievales de Gimignano en Italia, estos cinco monumentos tienen el propósito de jugar con la percepción de quien los vea, es por ello que algunos investigadores las consideran como arquitectura emocional, que hace referencia a edificaciones provocadoras a través de grandes volúmenes y gamas tonales que se pierden en el paisaje urbano.

Las torres son edificaciones triangulares totalmente huecas y carentes de techo. Los prismas consiguen trampear su geometría a medida que el movimiento modifica su percepción; a veces como planos regulares, otras como líneas fugadas hacia el cielo: como vértices finos o como murallas pesadas.

 

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