Debajo de nuestros pies hay un pasado que en ocasiones afortunadas resurge.
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A veces, al pasar por Tlatelolco uno no se da cuenta que está ante la grandeza misma. Olvida o desconoce, que debajo de esas avenidas y esos edificios céntricos está la que fue una de las ciudades conurbadas más importantes del bello Tenochtitlán. Un sitio tan relevante para la CDMX que fue ahí donde Cuauhtémoc le pidió a Cortés que lo mataran y también ahí, donde los últimos guerreros aztecas dieron su vida para defender lo que quedaba de su pueblo.
Hay tanta historia debajo del suelo de Tlatelolco, que desde hace tiempo numerosos arqueólogos se han dedicado a indagar acerca del pasado del importante barrio capitalino, y hace un par de años la sospecha de que sólo se había descubierto una parte de esta ciudad prehispánica, se hizo realidad. Entonces se empezaron a hacer excavaciones en la colonia Guerrero. Para fortuna de todos los habitantes de la Ciudad de México, se encontró la base de una pirámide inmensa, que en otra época fue un recinto sagrado que se construyó hace 650 años, para rendir culto a Echécatl-Quetzalcóatl, el implacable dios del viento.
Fuente: La Joranada
Los vestigios de este templo, hecho de tezontle y estuco, estaban ahí, bien conservados. Tres metros debajo del pavimento, ávidos de contarle su historia a los capitalinos y de volver a ver la luz. Habían permanecido en la oscuridad por muchos siglos, abajo de un supermercado que estaba construido encima y que hace poco había sido demolido para darle lugar a un nuevo centro comercial.
Cabe mencionar, que además de hallar este impresionante vestigio arquitectónico, en el sitio se encontraron una serie de utensilios de la época como: espinas de maguey, malacates para los telares, recipientes de cerámica y hasta los restos de un bebé recién nacido. Todas piezas necesarias para explicar un pasado lleno de enigmas.
Fuente: emeequis
El hallazgo de los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia fue tal, que este descubrimiento le ha dado respuesta a muchas interrogantes arqueológicas que había en la zona. Además, este monumento prehispánico servirá para brindarle un nuevo semblante a la emblemática colonia Guerrero. Es importante destacar que para preservar esta base piramidal, se construirá un muro alrededor y se colocarán paredes de cristal para que los visitantes puedan observar el templo sin maltratarlo.
A partir de ahora, sugerimos que, en cada caminata por la CDMX se esté consiente que debajo de nuestros pies hay un pasado que en ocasiones afortunadas resurge y nos hace saber que vivimos en un lugar espectacular.
Imagen principal: Periódico La Jornada
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