Descubren bajo el subsuelo de Tabasco la construcción más grande del mundo maya

Foto destacada: El País

Un arqueólogo japonés ha sido el gran responsable de descubrir Aguada Fénix.

 

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Con tecnología de punta y un equipo de varios investigadores liderados por el arqueólogo de nacionalidad japonesa, Takeshi Inomata, de la Facultad de Antropología de la Universidad de Arizona, se lograron localizan casi 500 sitios arqueológicos desconocidos en México.

Esta área permanecía desconocía como sitio arqueológico porque es muy plano y enorme. Simplemente parece un paisaje natural, pero cuando los arqueólogos excavaron el sitio y dataron con radiocarbono 69 muestras de carbón vegetal para determinar que un monumento que se construyó en algún momento de entre el 1000 y el 800 a. C. hallaron mucho más.

 

 

 

El sitio maya de Ceibal era el centro ceremonial confirmado más antiguo de Aguada Fénix y resultó ser el más grande conocido en toda la historia maya, superando con creces las pirámides y palacios de períodos posteriores. El descubrimiento marca una época de grandes cambios en Mesoamérica y tiene varias implicaciones, ya que, los arqueólogos pensaban que la civilización maya se desarrolló gradualmente entre el 1000 y el 350 a. C., junto con el uso de cerámica y algunos cultivos de maíz.

También cambia la perspectiva y a historia, ya que el sitio parece similar al antiguo centro de la civilización olmeca de San Lorenzo al oeste en el estado mexicano de Veracruz, pero la falta de esculturas de piedra relacionadas con gobernantes y élites, como cabezas y tronos colosales, sugiere menos desigualdad social que San Lorenzo y destaca la importancia del trabajo comunal en los primeros tiempos de los mayas.

 

 

Aguada Fénix conecta con diversas calzadas y parece que marcó una brecha en la historia mesoamericana, después de que se anunciara el descubrimiento en 2020.

Fueron 478 sitios en un área que cubre 84,516 kilómetros cuadrados en la frontera entre México y Guatemala, en sitios incluso cubiertos por una densa jungla.

 

 

Todos estos sitios descubiertos eran relativamente planos, con pirámides pequeñas en comparación con construcciones como Chichén-Itzá, que tienen pirámides enormes.

La investigadora Elizabeth Graham del University College London, comenzó a trabajar y estudiar el mundo maya en los años 70, cuando se pensaba que las ciudades se desarrollaron en el período Clásico alrededor del año 200 d. C. “Ahora, de manera constante, el período en el que supongo que se podría decir que se desarrolló el urbanismo se ha retrasado y retrasado ” afirmó.

 

 

Takeshi Inomata y el mundo maya

 

 

Takeshi Inomata es el arqueólogo y antropólogo graduado por la Universidad de Tokyo, Japón y cuenta con doctorado de la Universidad de Vanderbilt, Nashville, Tennessee, EU y fue quien dirigió el proyecto arqueológico Ceibal-Petexbatún, en el sur de Petén, Guatemala, La Entrada en Honduras; además de investigar y descubrir Aguada Fénix.

Inomata dirige al equipo internacional de investigadores del Proyecto Arqueológico del Usumacinta Medio, autorizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), y que cuenta con la participación de varios mexicanos que están en área donde se asentaron las antiguas culturas maya y olmeca.

 

 

Aguada Fénix es un área que abarca zonas del estado de Tabasco, el sur de Veracruz, Chiapas, Campeche y Oaxaca, y el resultado ha sido la localización de 478 nuevos sitios arqueológicos. Hasta la fecha, ha sido motivo de debate si la civilización maya se desarrolló a partir de la olmeca o si se gestó de un modo independiente. Según Inomata, todos los sitios descubiertos posiblemente funcionaron como centros de reunión ritual, e incluyen grandes espacios abiertos centrales, a modo de plazas, de forma rectangular, algunos de los cuales pueden llegar a medir hasta 1,4 kilómetros de longitud, con lo que eran capaces de acoger a un gran número de personas.

 

 

Inomata afirma que todo esto solo es el principio, ya que aún quedan muchas preguntas sin respuesta, como por ejemplo cómo era la organización social en estos centros, el porqué de las cabezas colosales, el tipo de movilidad de las ciudades, sus nombres originarios e incluso el arte que hay en el sitio.

Continuar excavando los sitios sin duda revelará respuestas, aunque llevará mucho más tiempo del que creemos e involucrará a muchos otros estudiosos en diversos campos.