Fotos: Panadería La Espiga
La Espiga se convertirá en una panificadora que recordaremos con mucha nostalgia.
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La Espiga es uno de esos lugares que se vuelven emblemáticos por el tiempo en que han ofrecido sus productos o servicios, y esta panadería ha estado en la Ciudad por más de 70, y lamentablemente ha informado que el próximo 16 de diciembre, cerrará definitivamente.
Es una panadería fundada en la década de los años 40 del siglo pasado por Antonio Ordoñez Ríos, quien en 1945 implementó el famoso autoservicio de pan que es clásico de la ciudad. Donde tomas una pinza y una charola y escoges las piezas de pan que desees.
En los 100 años de vida que tuvo Antonio Ordoñez Ríos, estuvo involucrado en todo lo relacionado con esta mítica panadería. Además de abrir La Espiga, también fue uno de los fundadores de la Cámara de Panaderos de México (Canainpa), además de un centro de capacitación de la panadería mexicana que lleva su nombre.
Ordoñez nació un 4 de septiembre del año 1919, en México, aunque desde su infancia fue enviado a estudiar a León, España. Mientras se formaba con los agustinos, estalló la guerra civil que provocó el desplazamiento de miles de personas.
Según se puede leer en el sitio web oficial de la panadería La Espiga, su fundador tuvo una travesía por Francia y Nueva York, hasta que tocó el puerto de Veracruz, de nuevo en tierras mexicanas. En esa época tuvo dos opciones: dedicarse a la panadería o al fútbol, pues fue miembro de la primera división del equipo mexicano Asturias.
Al igual que muchos otros exiliados de la guerra civil, Ordoñez encontró, en la comida, una forma de vivir. Para 1971 Ordoñez fue presidente de la Canainpa y continuó activo en su panadería hasta los 99 años de edad, y según su página oficial, siempre pedía “seguir adelante y con más bríos”.
La Espiga abrió varias sucursales por la ciudad, aunque es la de Insurgentes la más icónica. De hecho, las historias que han compartido los usuarios en redes sociales se debe a un letrero que puso la propia panadería: “A nuestros clientes y amigos, les informamos que el día 16 de diciembre cerramos definitivamente esta panadería. Agradeciendo infinitamente su amable preferencia de tantos años”.
Así que La Espiga, uno de los negocios más antiguos en la CDMX cerrará pronto.
A la fecha no se sabe muy bien cuál es la razón o razones que llevaron a los dueños al cierre de este negocio. Algunos usuarios aseguran que pudo haber sido por falta de ventas, otros de gentrificación y otros porque es posible que el lugar se haya vendido a alguna inmobiliaria.
Pero no todo está perdido, ya que La Espiga no desaparece por completo, ya que tiene varias sucursales en la CDMX así como su matriz en el Estado de México.