Foto destacada: JilotepecMex
La indumentaria Xhita está creada con bordados otomís que plasman la riqueza cultural mexiquense.
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La indumentaria de los Xhitas de Jilotepec, fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México, por unanimidad del Congreso mexiquense; dando visibilidad a este ritual que desde hace muchos siglos ha sido de interés público, social y cultural de los mexiquenses.
Esta declaración celebra a la comunidad y resaltó los bordados otomís que representan una riqueza cultural que debe ser protegida y difundida a lo largo de la entidad. La declaración, asimismo, fue entregada en presencia de invitados de la comunidad de Agua Escondida de Jilotepec.
Esta declaratoria tiene como finalidad, adoptar medidas que garanticen un archivo, investigación, protección, impulso, conservación y transmisión de este patrimonio de los Xhitas.
Xhita es una palabra que proviene del otomí que significa ancestro, antepasado o viejo. En Jilotepec, se le reconoce como ancestro, pero a diferencia de otras comunidades otomíes, se aplica el compuesto de ‘figuras de la fiesta’, y se nombran como las Xhitas o los Xhitas.
Esta indumentaria se usa en una festividad principalmente en las comunidades de Agua Escondida, Buena Vista, Calpulalpan, Comunidad, las Huertas, la Merced, San Lorenzo Nenamiyoca, San Lorenzo Octeyuco, Xhisda y Xhixhata, cuya población representa una cuarta parte del total del municipio dedicada principalmente a actividades agrícolas y ganaderas.
Se trata de un ritual complementario de vestuario, la danza, la música, la actuación y la participación colectiva una tradición fundada en la continuidad cultural. La tradición Xhita fortalece la fe de los pobladores de estos municipios, quienes ofrendan a sus santos la “sangre de toro” para obtener un buen año en sus cosechas.
A la celebración asisten decenas de pobladores y cuadrillas de xhitas de distintas comunidades y barrios que se reúnen para enriquecer esta tradición que tiene más de un siglo de existencia. El ritual es una ofrenda para sus santos, donde los participantes se disfrazan con melenas adornadas con cuernos de toro y se convierten en demonios que persiguen a Jesús.
Además, cargan trompetas elaboradas de manera artesanal utilizadas para emitir sonidos de toro. La festividad es celebrada en la comunidad mexiquense y dura 40 días antes a la Cuaresma, donde los integrantes de la comunidad danzan y portan vestuarios hechos a mano, vestidos largos y quesquemetl con bordados referentes a la flota y fauna de su entorno para venerar y generar buen augurio ante su santo patrono, el señor de la humildad.
