Nostalgia urbana: hermosas fotos de organilleros de la Ciudad de México

El organillero: profesión en peligro de extinción.

Aunque esta parece una profesión muy mexicana,

el organillero proviene de Europa, pero como muchas otras cosas, persiste en nuestro país. Hacia 1880 los organilleros son llevados a Latinoamérica de Alemania, en el caso de México es de mano de la casa de instrumentos musicales Wagner y Levien. De hecho, la empresa Wagner y Levien, fundada por inmigrantes alemanes fueron os primeros que rentaban los organillos a las personas para que ganaran dinero al hacer sonar el instrumento en las zonas públicas, algunas ocasiones en sesiones privadas, como era el caso de las tradicionales Serenatas o Gallo. Los primeros instrumentos llevaban la marca Wagner y Levien, pero cuando comenzaron a ser importados por otras casa de instrumentos musicales, los Frati & Company se hicieron los fabricados más populares hasta 1912.​Como sea, los organilleros actualmente son un componente nostálgico de la cultura y sociedad del siglo XIX en varios países, como Alemania, Francia, Suiza, Argentina, Chile y México. En México esta tradición persiste gracias a las grandes cantidades de instrumentos que se compraron a inicios del siglo XX, y aunque no se dejan vencer por las nuevas tecnologías,  los organillos han ido decayendo porque ya no hay fabricantes y el paso del tiempo hizo que los organillos se convirtieran en fuente de refacciones, estén en manos de coleccionistas. En México existe, desde 1975, un sindicato de organilleros que cual cuenta con no más de 200 miembros. Se distinguen por su uniforme café, tomado de los uniformes del ejército del general Francisco Villa. Otro grupo mucho menos conocido, es la ‘’’Unión Libre’’’ la cual se distingue por su uniforme gris.​ Usado inicialmente en circos y teatros la imagen del organillero acompañado por un mono fue de lo más habitual, ya que imitaba la forma europea de explotación; este mono era comúnmente un mono araña. Hoy en día es un oficio que poco a poco se desaparece. Para evitar que esta hermosa tradición se pierda, te dejamos esta galería nostálgica de los organilleros mexicanos. Foto de portada El Financiero