Foto destacada: Héctor Guerrero / El País
Vicente Guerrero es más celebrado por su contribución a la Independencia y poco estudiado por su descendencia.
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Los padres de Vicente Ramón Guerrero Saldaña, fueron Juan Pedro Guerrero y María Guadalupe Saldaña, mestizos de origen negro, indígena y español, que en la sociedad de castas de la Nueva España, sufrían el racismo y la marginación. Vicente Guerrero no asistió a la escuela de niño, en cambio, trabajó como peón en las haciendas azucareras y arriero. De adulto fue cuando aprendió a leer y escribir.
Nacido el 10 de agosto de 1783 en la Sierra Madre Occidental cerca de Chilpancingo y mejor conocido como insurgente y distinguido por su valor y decisión en la batalla. Morelos le otorgó el grado de capitán y poco después lo ascendió a teniente coronel por su participación en la toma de Oaxaca. Entonces, Morelos comisionó a Guerrero para que reforzara la zona costera del sur; ahí apoyó y actuó en la toma de Puerto Escondido, Santa Cruz de Huatulco y de Acapulco
Vicente Guerrero, integrante de la tercera raíz en México, fue hijo de los africanos que llegaron a las costas de Guerrero y Oaxaca, tejieron lazos con comunidades indígenas de la región y empezaron a caminar juntos en la música y en el baile, tanto como en la pobreza y la invisibilización durante cuatro siglos.
La primera vez que las autoridades incluyeron una pregunta para visibilizar a la población afro mexicana fue en 2020: “¿Se considera usted afromexicano, negro o afrodescendiente?”. De los 126 millones de mexicanos, 2 millones 576 mil 213, el equivalente al 2 por ciento de la población, se considera afrodescendiente.
La investigadora María Dolores Ballesteros escribió un ensayo llamado “Vicente Guerrero: Insurgente, militar y presidente afromexicano”, en el que se destaca cómo los escritores, pintores y la sociedad de la época discriminaron a Guerrero y a su familia, hasta llegar a la ofensa y la burla por su raza y color.
Asimismo, las pinturas y escritos mostraban y describían a Guerrero con piel clara y rostro afilado. Incluso sus rizos eran “alaciados”, en un afán de borrar las huellas de su origen africano.
Así que en fechas recientes, se ha retoma la obra de Guerrero para darla a conocer, hacerle justicia y reinvindicarlo como uno de los grandes luchadores para que México fuera un país libre e independiente. Esto convierte a Guerrero Saldaña como el primer presidente de México de ascendencia africana, aunque sea solo el año de 1829 y 1830, cargo que asumió al rebelarse contra el triunfo de su contrincante Manuel Gómez Pedraza.
Fue el 1 de abril de 1829 cuando Guerrero entró en posesión de la presidencia. Se colocó bajo un dosel de terciopelo enfrente del solio de Nuestra Señora de Guadalupe y allí leyó su juramento. Para el solemne acto se estrenó la sillería de bálsamo en el salón de diputados y una bella alfombra. Después se dieron varios eventos y un palenque en obsequio del flamante mandatario, quien ofreció un banquete en su casa de campo.
Pero pronto se le criticó su origen guerrerense, su ínfima clase y que estuviera desprovisto de nivel social. También veladamente lo despreciaban por su escasa instrucción, calificándolo de ignorante y zafio, además de reprochar la manera en que había llegado a la presidencia.
Aunque como general se le reconoce su valor en la lucha por la Independencia de México, tuvo un su corto periodo presidencial en el que el impulsó la Ley de Expulsión del país a los españoles y el decreto para abolir la esclavitud en 1829. En el ensayo La abolición de la Esclavitud en México, para El Colegio de Jalisco, Jaime Olveda Legaspi, relata la aportación de Vicente Guerrero para abolir la esclavitud en México, a quien le atribuye la firma de un decreto presidencial el 15 de septiembre de 1829.
De hecho, también es una de las primeras naciones en abolir de la esclavitud en un decreto presidencial, aún después de él se reconfirmó en la Constitución de 1917. Pero antes de él, Olveda Legaspi menciona que los primeros que hicieron Bandos y acuerdos para abolir la esclavitud en México fueron el cura Miguel Hidalgo en el inicio de la insurrección con la promulgación de un Bando en octubre de 1810, le siguió José María Morelos al incluir el tema en “Los Sentimientos de la Nación” en 1813, y establecía “que la esclavitud se prescriba para siempre, lo mismo que las castas”.
