Hallan en cueva de Balamkú objetos que no fueron tocados por el hombre por más de 1.000 años

Foto destacada: Karla Ortega / Nat Geo

El hallazgo de las ofrendas de 1000 años en la cueva de Balamkú

 

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Para los antiguos mayas, las cuevas y los cenotes se consideraban entradas al inframundo.  Muchas veces representaban espacios sagrados para los mayas, que también influyeron en la planificación del sitio y la organización social. Y así fue como los arqueólogos que buscaban un pozo sagrado debajo de la antigua ciudad maya de Chichén Itzá, Yucatán descubrieron un tesoro de más de 150 objetos rituales.

Estos objetos estuvieron intactos más de mil años en una serie de cámaras de cuevas conocido como Balamkú o “Dios Jaguar”.

 

Historia de Balamkú

 

Karla Ortega / Nat Geo

 

Aunque unos campesinos descubrieron Balamkú en 1966, este sitio nunca fue excavado. Fue hasta hace unos días que los arqueólogos se arrastran durante horas a través de estrechos pasadizos subterráneos de Balamkú para llegar a los artefactos.

No obstante, Balamkú permaneció sellado durante más de 50 años; hasta que fue el sitio fue reabierto en 2018 por Guillermo de Anda y su equipo de investigadores durante una búsqueda de un nivel freático debajo de Chichén Itzá. De Anda anduvo boca abajo a través de los estrechos túneles de Balamkú durante horas antes de que su faro iluminara una cascada de ofrendas dejadas por los antiguos residentes de Chichén Itzá llenas de incienso, jarrones, platos decorados y otros objetos en la caverna.

 

Karla Ortega / Nat Geo

 

 

Para acceder a la primera de las siete cámaras de ofrendas rituales de Balamkú, los arqueólogos recorrieron varios metros de pasajes estrechos, con tal de identificar 155 artefactos, algunos con rostros del dios tolteca de la lluvia Tláloc y otros con marcas del árbol sagrado de la ceiba.

Los investigadores que han (re)descubierto Balamkú, ven como una oportunidad para implementar un modelo totalmente nuevo de arqueología de cuevas, que emplea tecnología de punta y campos especializados como el mapeo tridimensional y la paleobotánica.

 

Karla Ortega / Nat Geo

 

Estos nuevos conocimientos podrían darnos una idea mucho más detallada de lo que realmente estaba ocurriendo en los rituales de las cavernas mayas, así como de la historia de la gran ciudad de Chichén Itzá, que declinó por razones desconocidas en el siglo XIII. Así que a la fecha, Balamkú puede decir mucho del momento del colapso de Chichén Itzá, así como de su comienzo, ya el sitio ha desvelado gran cantidad de información, además de materia orgánica, caminos y artefactos.

Estudios adicionales del sitio arrojarán luz sobre los detalles íntimos de las catastróficas sequías que probablemente provocaron el colapso de la civilización maya. Asimismo, estudiar estas cuevas y cenotes hace posible comprender sobre cómo usar mejor el medio ambiente hoy, en términos de sustentabilidad para el futuro.

 

 

Karla Ortega / Nat Geo

 

 

Aunque el acceso a las cavernas de Balamkú se encuentra cerrado, es posible conocer el friso de estuco modelado y pintado donde se pueden ver 4 escenas de ascensión alternadas con tres jaguares y el resto de la zona arqueológica más superficial.

 

Karla Ortega / Nat Geo

 

 

Zona Arqueológica de Balamkú

Dónde: noreste del Conhuás, km 93 Carretera Escárcega-Chetumal

Cuando: lunes a domingo de 09:00 a 17:00 h

Cuánto: $65