Foto destacada: Joaquin Sanluis / Cuartoscuro
Este reconocimiento podría comenzar a pagar la deuda histórica con el maguey, el pulque y las pulquerías.
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El pulque es una de las bebidas que nuestro país ha dado al mundo. Considerado consagrado y exclusivo para los representantes en la tierra, gobernantes, sacerdotes y guerreros principalmente, en la época prehispánica; que hoy en día a dejado de ser estigmatizada por miles de consumidores.
Tal es el caso, que el tradicional pulque está siendo estudiado para emitir la declaratoria del maguey, el pulque y las pulquerías sean patrimonio cultural, intangible y biocultural de la capital mexicana y de proceder, emprenda las acciones conducentes.
Esta propuesta fue llevada al Congreso de la Ciudad de México por un grupo de activistas, integrantes de pueblos originarios, artesanos, tlachiqueros, comercializadores, promueven que se declare al Maguey, al pulque y las pulquerías, Patrimonio Intangible y Biocultural de la Ciudad de México, como una forma de redignificar y valorar esa bebida tradicional, así como a los lugares donde se vende: las pulquerías.
El Plan de Salvaguardia para lograr la declaratoria de esos bienes como Patrimonio Intangible y Biocultural, de parte de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la Secretaría de Pueblos, Barrios y Comunidades Residentes Local, fue llevado a cabo por el sociólogo Emilio Valdovinos.
Desde el pasado 15 de noviembre fue entregado el documento al director general de patrimonio histórico, artístico y cultural de la Secretaría de Cultura local, Francisco Javier Martínez; por parte de la organización Mappul integrada por 50 personas que desean que se lleve a cabo dicha declaratoria.
Esta tarea se lleva a cabo desde el 2018 que se comenzó a buscar la declaratoria, se recolectaron firmas y se justificó la importancia de esa bebida ancestral que ha sido elemento indispensable en ceremonias, alimentación, historia, ecológica, antropológico, nutricional y gastronómico en México.
Así que el Plan de Salvaguardia es solo el primer paso a nivel local; posteriormente buscarán que esa declaratoria sea a nivel nacional. Porque se tiene una deuda histórica con el maguey, el pulque y las pulquerías.
Ahora solo falta que sea aceptada la declaratoria, que las secretarías se pongan de acuerdo y finalmente que sea publicada en la Gaceta de la CDMX, y el Consejo Consultivo es para darle seguimiento y que no quede sólo en un papel.
La idea central, es pues, valorar al pulque y al maguey, la elaboración de fibras textiles, bebidas alcohólicas, plantas ornamentales, gastronomía, sus valores nutritivos, medicinales y comestibles y buscar medidas para conservarlo, y quitarle la imagen que el pulque es un líquido únicamente embriagante.
Asimismo, se busca que el pulque sea reconocido como la planta milenaria del maguey y que se le dé su valor cultural. Así que dicha declaratoria sería un gran reconocimiento a la cultura capitalina, para que los ciudadanos conozcan a fondo las propiedades del maguey, tlachiqueros, comercializadores de pulque, dueños de pulquerías, integrantes del Museo del Pulque, cocineras tradicionales, productores de la bebida, artistas plásticos, músicos, la gente que trabaja el ixtle (fibra del maguey), consumidores, danzantes prehispánicos y hasta extranjeros que les gusta el pulque