Según datos de la INEGI, en la Ciudad de México se hablan alrededor de 57 lenguas.
Si algo caracteriza no sólo a la Ciudad de México sino a todo el país, es el hecho flagrante de que le debe mucho de su identidad a sus antecedentes prehispánicos. Desde vestigios arquitectónicos y prácticas de urbanismo, hasta tradiciones culinarias y costumbres habituales, estos rastros encuentran su origen en la realidad cotidiana de nuestros antepasados. Sin duda una de las prácticas más hermosas que aún perduran son las lenguas indígenas, que contrario a lo que muchos creen, todavía se emplean en diversas latitudes alrededor de la República. Según datos de la Inegi, en todo México se siguen hablando 350 lenguas prehispánicas, que fungen como dialectos que parten de 70 idiomas de carácter precolombino. Y tan sólo en la Ciudad de México, se hablan alrededor de 57 lenguas por todas las delegaciones que constituyen la urbe. Lo cierto es, que aunque es el español la lengua considerada como “nacional” en México, existe una ley que también le otorga reconocimiento a todas aquellas agrupaciones lingüísticas indígenas. Desde hace más de una década, el artículo 4 de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas declaró los dialectos prehispánicos como lenguas nacionales, por su carácter y valor histórico. Hablar de las lenguas de nuestro pasado también es hablar de la llegada del español a nuestras tierras. Tras la Conquista, varios misioneros se mostraron interesados por aprender el idioma nativo, para así evangelizar con más facilidad a los indígenas. Fue así como se elaboraron las primeras “normas” gramaticales y de vocabulario en lenguas como el náhuatl, otomí, mixteco, maya, purépecha, etc. Estos idiomas se empezaron a escribir en caracteres latinos. Lamentablemente, varias lenguas desaparecieron antes de que pudieran ser estudiadas y formalmente registradas. Aunque durante la época colonial era el español la lengua más usada en la Nueva España, seguían manteniéndose las lenguas indígenas y sus variantes lingüísticas. No fue hasta la Independencia de México que se optó por castellanizar a los pueblos indígenas, pues incluirlos en la nueva sociedad resultaba complicado. Y pese a que desde inicios del siglo XX la única lengua didáctica fue el español, aún perduran varias comunidades alrededor del país que siguen hablando lenguas prehispánicas. Prueba de esto es la Ciudad de México, donde aproximadamente 100,000 capitalinos practican diferentes lenguas, desde niños de tres años hasta ancianos. 33 mil hablan náhuatl, 13 mil mixteco, 12 mil otomí, 11 mil mazateco, 10 mil zapoteco, 8 mil mazahua, 5 mil totonaco, 3 mil mixe, 2 mil chinanteco, mil tlapaneco, mil maya, mil tzeltal y mil purépecha. Esto habla del orgullo y la fiel tradición de las comunidades indígenas alrededor de la ciudad, que pese a la modernización de la metrópoli se han esmerado por mantener vivo su dialecto, pues es también una manera de mantener viva su idiosincrasia. Conviene conocer acerca de la diversidad racial de nuestro país, así como sus más relevantes prácticas, para acercarse un poco más al pasado que nos identifica y nos define como mexicanos.
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