Fotos: Burlington.org
Alan Glass es el último de los artistas que vivieron en México dedicados al surrealismo.
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Alan Glass conoció al llamado “padre del surrealismo”, André Breton, en París, donde vivió durante diez años en los 50, dibujando mientras trabajaba de cadenero en club nocturno de jazz, por donde pasaban artistas como Charlie Chaplin o el Príncipe de Mónaco. 12 años después, llego por primera vez a México en 1962, hasta que terminó su vida, el 16 de enero del 2023.
Glass, fue el último de los surrealistas que vivió en México.
En París, Glass vivía a dos calles de Bretón, asistía a las reuniones surrealistas donde conoció a Péret, Victor Brauner, Toyen, Matta, Giacometti y pintores expresionistas abstractos, como Joane Mitchel, Sam Francis y Jean-Paul Riopelle…
Cuando llegó a México, se enamoró de las calaveras de azúcar, del Día de Todos los Santos, de los mercados y los colores. En la ciudad de México, conoció a Alice Rahon, Paalen, Leonora Carrington, Alejandro Jodorowsky, Manuel Felgueres, Lilia Carrillo, Pedro Friedeberg, Fernando García Ponce y los demás artistas de la Ruptura.
Fue un gran amigo de Leonora Carrington, pero de hecho, Glass se se hospedó en el departamento de Jodorowsky en la Calle de Berna en la Zona Rosa de la colonia Juárez. Con el tiempo, se familiarizó con varios artistas, incluida la artista textil estadounidense Sheila Hicks, el artista conceptual japonés On Kawara y los expatriados surrealistas Remedios Varo y Kati Horna.
Glass continuó produciendo sus obras de arte bidimensional, la mayoría de las cuales ahora se han perdido, aunque sobreviven ejemplos más o menos comparables de 1963, lo que demuestra la delicada paleta y la misteriosa iconografía del artista.
En esas fechas, Jodorowsky colaboró con Carrington en el teatro, fue particié del Movimiento de Pánico que Alejandro Jodorowsky había iniciado con Fernando Arrabal y Roland Topor desde 1962 comenzaba a expandirse a nivel internacional.
Alan Glass exploró la cultura mexicana, experimentó con la combinación de tradiciones barrocas y folclóricas, tuvo mucha influencia por el estilo indígena de estructuras como la iglesia de Santa María Tonantzintla, recorrió mercados y tianguis en busca de materiales locales tanto como colibríes disecados.
En general, las obras de Glass tienden a acercarse a las identificaciones de género a través de objetos y materiales encontrados que hacen referencia a la decoración pasada de moda, la cultura premoderna, el memento mori, los adornos brocados de la pompa monárquica o los mórbidos ritos mortuorios de la religiosidad sagrada. Glass trata la parte sublime y esotérica, de los cultos extáticos de la virgen o la santa apoteosis del cuerpo carnal en la santa muerte.
Alan Glass fue reconocido por sus cajas-objeto, las cuales, a partir de elementos cotidianos, como botones, guantes, mechones de cabello, muñecos, conchas de mar o pedazos de tela, entre otros, composiciones de gran belleza artística, en las cuales aparecen personajes como la reina Isabel I, el rey Luis II de Bavaria, así como el mar, el cielo o el universo; un reflejo de su mundo maravilloso.
Larga vida al último surrealista que vivió en la Ciudad de México.