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El estilo neogótico se caracteriza por su fuerte rechazo al racionalismo y su cercanía con el romanticismo del siglo XIX.
La gran catedral gótica de París, inmortalizada por Victor Hugo en la novela Nuestra Señora de París de 1831, es una de las grandes inspiraciones para muchas edificaciones que se llevaron a cabo en México en el siglo XIX, ya que hay cerca de 500 ejemplos en todo el país, muchos de ellos en Guadalajara, Jalisco.
Este estilo fue muy usado por la Iglesia católica en pequeñas capillas, parroquias, catedrales de gran tamaño y templos. Jalisco es el Estado en donde es posible encontrar la más alta concentración de arquitectura neogótica de México con más de 87 ejemplos.
Ejemplos hay muchos: Templo Expiatorio de Guadalajara, Templo de San José Obrero en Arandas, la Parroquia del Padre Galván, Parroquia de Nuestra Señora del Refugio; la de Santa María de Guadalupe en Degollado… ¿qué caracteriza a esta arquitectura y por qué se desarrolló ampliamente en Jalisco?
La amplia presencia del neogótico en Jalisco se puede explicar por el papel del archidiócesis de Guadalajara contra de las normas anticlericales de Juárez y Lerdo de Tejada en el siglo XIX. Pero cuando las condiciones cambiaron, con el arribo al poder del general Porfirio Díaz, la arquitectura dio un giro vertiginoso.
Los agentes de la Iglesia jalisciense detonan una notable actividad que implicará la construcción de templos, la reconstrucción de los dañados, refacciones y restauraciones varias, la creación de nuevas vicarías y parroquias, la aparición de órdenes religiosas dedicadas a la educación y la ayuda a los más necesitados y también el desarrollo de movimientos católicos para seglares.
Asimismo, es importante destacar la libertad que tuvieron los arzobispos de Guadalajara del siglo XIX y la primera mitad del XX, así como los sacerdotes, presbíteros y miembros de órdenes religiosas tanto masculinas como femeninas dándose varios ejemplos de construcción o refacción de templos en estilo neogótico.
Una muestra de esto es el proyecto del ingeniero italiano Adamo Boari para el Expiatorio de Guadalajara, quien también realizó el Palacio de Bellas Artes y el Palacio de Correos; donde se tiene registro que desde el siglo XIX se creó una comisión que se encargaría de construir el templo. Du construcción comenzó en 1897 pero no se pudo concretar hasta 1972, tardando 75 años para poder culminar la obra.
La primera pausa que tuvo el templo fue en 1911 debido a la Revolución Mexicana, posteriormente en 1927 la obra fue retomada por el Arquitecto Ignacio Díaz Morales y terminada hasta 1972.
El Templo Expiatorio, como otros templos de Guadalajara, está conformado por un estilo francés en el interior, y en el exterior predomina el estilo italiano, en cuanto a la estructura del Templo Expiatorio, la mayor parte de él está conformada por piedra de cantera tallada a mano, la cual es una técnica que se empleaba en la Edad Media, cuenta con grandes puertas de maderas, figuras de bronce, pinturas y enormes vitrales.
La fachada se encuentra divida en tres secciones en forma de cono o pirámide y en cada sección se destacan las grandes puertas de madera de granadillo, mármol blanco, medallones y figuras incrustadas en bronce.
Para el siglo XX hay muchas otras obras proyectadas y dirigidas por arquitectos de la Escuela de Arquitectura de Jalisco. La arquitectura neogótica en Jalisco es un reflejo de un momento de la historia de este estado y también de México, que pone en relación a distintos actores para conformar hoy, un patrimonio cultural que amerita ser conocido y divulgado.
