La retrospectiva más grande de Federico Silva llega al Palacio de Bellas Artes

Fotos: Museo Federico Silva

Más de 150 piezas entre pinturas, estudios murales, gráfica, proyectos editoriales y esculturas del maestro Federico Silva.

 

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Federico Silva es uno de los artistas referentes de la plástica mexicana, que trabajó como escultor, pintor, trabajó con arte cinético, fundador el estudio-laboratorio más importante en experimentación cinética de América Latina, autor de diversos libros e incluso ayudante del muralista David Alfaro Siqueiros. Entre sus obras más importantes en México destacan Alux de la Muerte, en la Plaza de las Tres Culturas; Canto a un Dios Mineral, en el Palacio de Minería; el mural Principio, con una dimensión de más de seis mil metros cuadrados, sobre la superficie rocosa de la cueva de Huites, en Sinaloa.

La exposición, Federico Silva, lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía se lleva a cabo en el máximo recinto cultural de México: Museo del Palacio de Bellas Artes. El triunfo de la rebeldía, es un proyecto que rememora al artista, clave para entender el desarrollo del arte en México en el siglo XX, mediante una retrospectiva de su trayectoria, la cual es también una revisión histórica de su obra producida a lo largo de ocho décadas.

 

 

Para Federico Silva la destrucción, física o metafórica, ha sido paradójicamente la fuerza que ha posibilitado su creación. Si bien esta ha permitido la renovación constante de su lenguaje estético, también ha dificultado el estudio y la difusión de su trabajo, en específico de las etapas más tempranas de su obra.

La muestra consta de más de 150 piezas, entre las que se encuentran pinturas, estudios murales, gráfica, proyectos editoriales, esculturas, aparatos cinéticos, móviles y películas. La muestra es un homenaje a este gran artista poseedor de una vitalidad inigualable y de un lenguaje múltiple.

 

 

En el núcleo Del realismo a la abstracción (1945 – 1968) se presentan los primeros años de creación artística de Silva, en los que el contexto sociopolítico mundial, indudablemente se convierte en un eje rector para el desarrollo de su obra. Las piezas dan cuenta de la diversidad de formatos y materiales con los que trabajó en este periodo, con frecuencia relacionados con la Escuela Mexicana de Pintura y el movimiento muralista.

Sus pinturas, murales y proyectos editoriales retoman mitos fundacionales de la historia de México, así como expresiones ideológicas en torno a las luchas políticas y sociales de aquellos años. También son muestra de su relación con dos personajes clave para su vida: el dirigente sindical Vicente Lombardo Toledano y el muralista David Alfaro Siqueiros.

 

 

En el núcleo dos, La subversión por la forma (1968 –1983), aborda su periodo cinético en el que conjugó el arte y la ciencia para experimentar con el movimiento, la luz y el color. De 1968 a 1983 construyó esculturas manipulables, transitables, suspendidas y desplegables; aparatos cinéticos con la capacidad de generar efectos visuales producidos por objetos lumínicos y máquinas activadas por energía electromecánica, solar, eólica e hídrica. Incorporó el uso del láser para desarrollar pinturas murales y experiencias lumínicas.

El tercer apartado, Esculpir el tiempo, flechar la luz (1986 –1998), se aprecian pinturas y esculturas asociadas con su periodo monumental. En ellas predominan las figuras geométricas en la composición y el uso de materiales como piedra, mármol, acero y madera, en las que el tiempo es uno de los temas centrales, pero visto desde una dimensión mítica e inspirado en la iconografía mesoamericana y aridoamericana.

 

 

En la última parte, Escritura y ejercicios plásticos recientes (2003 – presente), se aborda su práctica artística encaminada hacia la escritura, como lo muestran sus tres autobiografías: Cuadernos de Amaxac. A fin de cuentas, el arte arde en el infierno (2006), Dos x tres. Crónica. Apuntes autobiográficos (2010) y México por Tacuba (2013). Incorporó también en su práctica artística el uso de la computadora y software de postproducción.

 

 

 

Federico Silva, lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía

Dónde: Palacio de Bellas Artes, Eje Central Lázaro Cárdenas esquina con avenida Juárez, s/n, col. Centro, Cuauhtémoc.

Cuándo: martes a domingo de 10:00 a 18:00 h.

Cuánto: $80

Domingo entrada libre.