Nuevo Museo subterráneo exhibe ofrenda y parte del Templo de Ehécatl

Foto destacada: Ciudadanos en red

Este nuevo espacio museográfico ligado al Templo Mayor, se encuentra debajo del Centro Cultural de España.

 

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Este Museo subterráneo existe gracias a la sensibilidad de los propietarios y del trabajo de ingenieros, arqueólogos, albañiles y autoridades; ya que el predio pertenece a particulares que tuvieron la intención de construir un estacionamiento en 2009, pero cuando los arqueólogos dirigidos hallaron vestigios prehispánicos, la obra se modificó.

Lo que se deja ver como parte del nuevo espacio museográfico ligado a Templo Mayor, son los vestigios de una banqueta, cuatro escalones y una escalinata del juego de pelota del recinto sagrado de Tenochtitlan cuya cancha se extiende por debajo de la calle de Guatemala del Centro Histórico de la Ciudad de México, así como una ofrenda mexica matada y una parte del Templo Ehécatl que simula la forma de una serpiente.

 

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“Nos interesa que la gente sepa lo que se está haciendo. Este espacio se acondicionó, todavía no está totalmente concluido porque siguen los trabajos de la obra entre semana. Nuestro interés es que esto se conserve y se pueda exhibir al público”, expresó al periódico Crónica, Raúl Barrera Rodríguez, director del Proyecto de Arqueología Urbana (PAU) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 “Cuando los propietarios acaben su obra, este espacio estará abierto de manera continua, para entonces habrá que acondicionar algunos aspectos museográficos, se colocarán piezas, pero ahora no es posible”, indica el experto.

 

 

Este museo subterráneo es propiedad INAH: “Hemos llegado a un acuerdo con los propietarios y el espacio tendrá su propio acceso, sus servicios que todavía están en proceso de atención y está bajo la jurisdicción del Templo Mayor”. Barrera Rodríguez recuerda que fue en el año 2010 cuando inició un proyecto arqueológico formal tras detectar la parte posterior del Templo de Ehécatl.

“Lo que estamos viendo es una sección del edificio, no de todo porque el edificio tenía alrededor de 34 metros de longitud de norte a sur y el ancho no lo sabemos exactamente pero quizá anda en los 30 y 34 metros. Su fachada debe encontrarse debajo del Centro Cultural de España colindando con el otro edificio que es el número 20 de la calle Guatemala”, detalla. Asimismo, el Templo de Ehécatl es un edificio mixto, es decir, un edificio rectangular que en su parte posterior tiene un adosamiento circular, un cuerpo arquitectónico de 18 metros de diámetro.

 

 

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Los arqueólogos han identificado tres etapas constructivas del templo: de 1481 a 1482, de 1486 a 1502, y de 1502 a 1521. Su fachada tiene vista hacia el oriente y por tanto se relaciona con la creación del Quinto Sol.

El arqueólogo explicó que hay un Templo de Ehécatl similar en Malinalco con un acceso esculpido con el rostro, las fauces de la serpiente. Para el caso de Tenochtitlan las fuentes refieren que este templo era redondo, su techo de paja y que tenía el acceso en forma de las fauces de la serpiente, porque es una representación metafórica del cuerpo enroscado de la serpiente emplumada.

 

 

A unos seis metros del Templo de Ehécatl y de manera paralela, el equipo de Raúl Barrera halló vestigios del principal juego de pelota mexica. “El primero que encontró restos del juego de pelota fue Don Leopoldo Batres, él nunca supo que se trataba del juego de pelota, pensó que había encontrado una escalinata del tzompantli. Batres trabajó a principios de 1900 y no había tanta información a nivel arqueológico, incluso se pensaba que el Templo Mayor estaba debajo de la Catedral”, explica Barrera Rodríguez.

Lo que falta, por ahora, es conocer las características reales de todo el edificio del juego de pelota, pero como hay que ampliar las excavaciones y los espacios del Centro histórico son muy complejos.  Por ahora, en el recorrido subterráneo es posible ver una ofrenda matada de dos braseros de arcilla o barro y otro de moño de basalto de un brasero.

 

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Otro de los vestigios hallados son los cimientos de una de las primeras casas virreinales construidas tras la caída de Tenochtitlan. La casa es de Juan Engel, uno de los primeros fundidores de la Nueva España, y está hecha con las piedras destruidas del juego de pelota.

 

 

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Museo Subterráneo en Centro Histórico

Dónde: Guatemala 16, a unos pasos de la Catedral Metropolitana y a un costado del Centro Cultural de España.

Cuando: sábados de 14:00 a 17:00 horas y los domingos de 09:00 a 17:00 horas

Entrada libre