Gabriela Reyes Fuchs presenta Innerstella, un viaje al más allá.
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Hace 15 mil millones de años una fuerte explosión creó el universo. De pronto, el cosmos se expandió y se llenó de átomos que mucho tiempo después formaron las galaxias y las primeras generaciones de estrellas. Respecto este afortunado giro del azar que entre otras cosas, determinó la existencia de la Tierra, Carl Sagan alguna vez dijo: “Somos polvo de estrellas” Esta aseveración, tan poética como científica, es algo más que un análisis acertado del firmamento. Son cuatro palabras que involucran al humano con la inmensidad. Cuatro palabras que dibujan los sutiles trazos que separan la mortalidad y la inmortalidad. Cuatro palabras que la artista visual Gabriela Reyes Fuchs ha hecho realidad a través de un proyecto titulado Innerstela. El viaje de Gabriela Reyes por el cosmos empezó un día después del fallecimiento de su padre. “Cuando él murió necesitaba probarme algo a mí misma” Entonces, en vez resignarse a su ausencia (como lo hacen la mayoría de las personas) Fuchs decidió navegar en su duelo y responder sus inquietudes acerca de la existencia en un laboratorio especializado de la UNAM. La idea de la artista visual era contemplar las cenizas de su padre en un microscopio.Respecto al extraño experimento que quería realizar , la hipótesis de los científicos que la rodeaban (doctores en biología, física y química) era que no iba a encontrarse con nada especial, quizá un poco de polvo blanco, negro o gris. Sin embargo, algo maravilloso sucedió y al poner las cenizas debajo de un lente super poderoso aparecieron infinitas nebulosas de colores deambulando en la oscuridad. Pequeñas galaxias elípticas. Un microuniverso fluorescente de origen desconocido capaz de transformar las ideas del infinito y de lo finito de cualquier humano. Este hallazgo le cambió la vida a Gabriela. A partir de ese instante, en el que el universo emergió de las cenizas de su papá, la artista se ha dedicado a capturar de distintos modos esas estrellas que ella descubrió. Y ha confeccionado un proyecto creativo que pretende desde la imagen hacer una reformulación filosófica de la existencia y de la muerte. Dicho todo lo anterior, Gabriela luego de hacer estos experimentos, se desarrolló en un proyecto artístico llamado Innerstela donde gracias a microscopios y cámaras fotográficas hiper especializadas, las personas que hayan perdido a un ser querido pueden enviar las cenizas al laboratorio y recibir el retrato de su ser querido, reflejado como una galaxia. Cabe destacar que las imágenes están acompañadas de un video experimental en el que a través de time lapse, y una serie de metáforas visuales alusivas al ciclo de la vida, podemos sumergirnos en la poética que propone Gabriela y escuchar una composición suave hecha por músicos de distintas partes del mundo. En resumen, este proyecto apoteótico, lleno de nebulosas, pretende contribuir a la titánica tarea de descifrar el significado ontológico de la muerte. La conclusión a la que pretende llegar es inmensa: Lo único que quedará de nosotros son estrellas.