El origen de Las Mañanitas: la canción más popular de México

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Aunque existen muchas versiones de Las mañanitas todos sabemos la letra y sentimos su alegría.

 

Todos los mexicanos conocemos Las mañanitas y hemos escuchado la canción por la menos una vez en la vida. Pero, te has detenido a pensar ¿de dónde surgió esa canción que se canta en cumpleaños e incluso se le canta a la Virgen de Guadalupe?

Además, es interpretada en muchos musicales, y por una gran variedad de músicos tanto reconocidos, como tíos, primos o sobrinos que le rascan a la guitarra.

Las mañanitas es una de las piezas populares más cantadas en los hogares mexicanos y en otros países de América, y ahora con tantos mexicanos viviendo en otros países del mundo, también allá.

Pero, se dice que Las Mañanitas, no es una canción propiamente, sino más bien, es un estilo o género musical un poco ambiguo, similar a los madrigales o albadas y salutaciones. Es un similar a La petenera, La malagueña o el Cielito lindo, que también podemos encontrar en muchas versiones o canciones que llevan el mismo nombre y que estructuralmente se parecen mucho.

Y, ¡sorpresa! Las mañanitas no son propiamente de origen mexicano, pues no es posible negar su proveniencia transcontinental: algunos dicen que de origen sefardí y otros que de tradición romana.

Sin duda, es una reliquia musical que nos hemos apropiado; tiene una melodía muy pegajosa, es anónima y todas las versiones caen muy bien. Quizá, alguna primera versión de la canción fue traída de España, entre los siglos XVI y XVII por los frailes evangelizadores, quienes utilizaron la música como un poderoso instrumento para la propagación de la doctrina cristiana.

Los españoles también trajeron el Siglo de Oro, romances, villancicos, música militar y bailable. Los frailes no se limitaron a los cantos gregorianos para su labor evangelizadora, sino que aprovecharon toda la música que conocían para ejercer su misión.

Las canciones y los géneros que trajeron los frailes tienen su origen en el arte musical gregoriano y en el llamado canto llano de la escuela mozárabe. También llegó a América la música vocal profana, proveniente principalmente de la escuela flamenca.

Pedro de Gante, uno de los primeros franciscanos que llegaron a la Nueva España, fue el responsable de fundar, en 1523, una escuela donde se enseñaba canto y música a los indígenas, e incluso más tarde se les adiestraría en la elaboración de instrumentos musicales. Todo ello con el fin de garantizar los servicios eclesiásticos y como herramienta pedagógica para atraerlos a la nueva doctrina e impulsar la acción “civilizadora”.

Fue después de la Independencia de México que surgieron cantos populares como mañanitas, despedidas, recuerdos o corridos, dedicados a aquellos que serían fusilados con el motivo de honrarlos. Se conoce que incluso Miguel Hidalgo tuvo una canción de este estilo.

Como muchas otras cosas “mexicanas” el origen de” Las mañanitas” también es un poco incierto. Se cree que la letra llegó de Europa, pero la primera musicalización del siglo XIX fue del compositor y músico mexicano Manuel M. Ponce. Se dice que el Rey David tocando el arpa y entonando salmos anunció la llegada del Mesías. Se cree que tuvo muchas mañanitas con “muchachas bonitas” que pasaban las nochecitas en su lecho y “se las cantaba así” para despertarlas cuando ya los pajarillos cantaban y la luna se había metido, esto por si acaso se les pegaban las sabanas.

El mismo Manuel M. Ponce distintas versiones de la canción; pero nunca fue registrada, así que es de dominio público. A pesar de esto, se le atribuye a María Ponce ya que fue quien le dio cuerpo a la letra, la musicalizó, y le dio un patrón y vida a la melodía reconocible por todos.

Más tarde, Pedro Infante la hizo más que popular, es una de las representaciones más elogiadas por el público mexicano.