Aluxes: el origen de las pequeñas criaturas mitológicas mayas

Los aluxes pueden ser benefactoras para el cultivo o criaturas traviesas.

Los fanáticos de la lucha recordarán a Alushe, la mascota del luchador Tinieblas;

esa criatura con similitud a los ewoks que aparecen en Star Wars VI y que apareció en la escena en 1988 como un éxito instantáneo y se convirtió en un personaje popular que emocionó a admiradores de todas las edades con sus travesuras. Este personaje se basa en el alux: el personaje mitológico maya con similitud a los duendes. El periodista de televisa Hernández Valdés, visitó Ekelelchakán municipio de Campeche de los vocablos mayas “helel” y “chakán” que significan “descanso” y “sabana”, que al castellanizarse se transformó en Hecelchakán; donde conoció la historia de los “Alushes” o “Señores de los Montes”, a los que los campesinos ofrecían una “comida de la milpa” para asegurar una cosecha exitosa. Al pequeño Alushe de la lucha libre también se le decía “Duende maya” y en los cómics de Tinieblas se afirmó que nació en Ciudad Anáhuac, localizada en Shibalba (en alusión a Xibalbá, el inframundo maya), que es algún tipo de planeta localizado en otra dimensión. Toda esta ficción está basada en el espíritu en la tradición mitológica de ciertos pueblos mayas de la península de Yucatán y Guatemala; también llamado Chanekeh o Chaneque por el náhuatl. Los aluxo’ob (plural maya de aluxe) son mayas diminutos vestidos de la tradición. Son generalmente invisibles y pueden asumir una forma física para comunicarse y asustar a los humanos, así como para congregarse. En general, están asociados con características naturales como bosques, cuevas, piedras y campos, pero también pueden ser seducidos para trasladarse a algún lugar a través de las ofertas. Su descripción y su papel mitológico recuerdan en cierto modo a otras entidades míticas similares a los sprites en una serie de otras tradiciones culturales donde los trucos que juegan son similares. Los mayas creen que los Aluxob se crean cuando un agricultor construye una casa pequeña y un campo de maíz. Durante siete años el alux ayudará a que el maíz crezca, convoque a la lluvia y patrulle los campos por la noche, silbando para ahuyentar a los depredadores o ladrones de cultivos. Al final de los siete años, el granjero debe cerrar las ventanas y puertas de la casita, sellando el alux dentro. Si esto no se hace, el alux se volverá loco y comenzará a engañar a las personas. Se cree que los aluxob mayas se desarrollaron a través de interacciones con los españoles o los piratas durante el siglo XVI que creían en duendes. Los piratas de esa época eran a menudo de las Islas Británicas, donde la creencia en las hadas era bastante común, aunque los mayas afirman que los alux son los espíritus de sus antepasados, o los espíritus de la tierra misma, antes del contacto con la civilización occidental; aunque no hay evidencia directa. En la península de Yucatán son frecuentes diversas leyendas relacionadas con seres extraños que se aparecen por las noches en las milpas y montes, se trata de pequeños individuos llamados Aluxes, que toman actitudes según el trato que reciban, pues si una persona se interna en su territorio y pronuncia groserías u ofensas hacia ellos o el sitio, éstos le enviarán a través del viento alguna enfermedad, conocida en los pueblos mayas como “mal aire”, fiebres y delirios por lo general; pero si se les trata de manera amable e incluso se les ofrece comida, ellos en recompensa cuidarán de la milpa y hasta dotarán de buena cosecha. Se dice que son descendientes del Enano de Uxmal creados de barro por viejos sacerdotes mayas, quienes recogían barro de las cuevas vírgenes en las que nunca haya pisado mujer alguna; el barro se ponía a reposar 9 noches, se mezclaba con una pócima hecha de miel y flores silvestres durante otras 9 noches en un altar cuidando que el sol no llegue hasta ellos. Transcurrido el tiempo específico se llevaban a esparcir por el monte entre cantos y rezos para cumplir con su misión, cuidar de la cosecha. En la pirámide de Nohoch Mul, en Quintana Roo y Yaxchilán, Chiapas, tienen una imagen que alude a estos protectores existe una representación de estos.