Foto destacada: UFC.com
Alexa Grasso, es la primera mexicana campeona de la UFC en la división peso mosca.
Alexa Grasso hizo historia en la Ultimate Fighting Championship (UFC) logrando al derrotar a Valentina Shevchenko para conquistar el título mundial de peso mosca.
A pesar de que la tapatía no era favorita, derrotó por sumisión, a la kirguistani arrebatándole el campeonato que ostentaba desde 2018. Alexa, de 29 años, se convirtió en la primera peleadora mexicana que se corona en la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo.
Así fue que la mexicana se unió a sus compatriotas Brandon Moreno y Yair Rodríguez como los campeones mundiales en la empresa. Grasso es una peleadora mexicana de artes marciales mixtas que debutó profesionalmente en 2012.
En 2016, se unió a la mayor empresa de MMA del mundo y cuatro años después inició su carrera en la división de peso mosca. Actualmente, se ubica en la quinta posición del ranking oficial de la UFC de la división peso mosca femenina.
Karen Alexa Grasso Montes nació el 9 de agosto de 1993. Practica MMA desde los cinco años y a los 16 se convirtió en boxeadora amateur. Cuando debutó en las artes marciales en 2012, demostró rápidamente que es una de las mejores peleadoras de su categoría por su técnica y estilo agresivo.
En su primer año y medio en MMA acumuló cinco victorias (tres de esas por nocaut). Después de tomar un año de descanso del deporte, participó en la Invicta Fighting Championship.
“Siempre me habían preguntado que qué le faltaba a México para tener más campeones en la UFC y siempre dije que era cuestión de tiempo. En México tenemos un gran semillero de guerreros, de guerreros de corazón y lo estamos demostrando”, comentó Alexa Grasso.
La valiente y combativa Alexa Grasso demostró que no hay nadie invencible y se convirtió en campeona que lució un boxeo muy ordenado y sólido, logrando conectar combinaciones claras quien desde el primer asalto había sido ganado por la mexicana.
La nueva reina del peso mosca aseguró que su maniobra ganadora, un mataleón en el cuello de la kirguisa, estaba estudiada. Grasso demostró que es más que solo boxeo y consiguió su tercera pelea por sumisión ante la mirada de Conor McGregor y el actor Jake Gyllenhaal; para llevar la corona de la UFC a Guadalajara, Jalisco.
“Lo más importante es que estoy bien, que estoy completa, que gané mi pelea y el cinturón que me lo llevé. Creo que en conjunto todo está increíble, tengo a mi equipo aquí, mi familia, a muchas personas aquí apoyándome”, manifestó la peleadora mexicana.