Jalisco tiene en su territorio la mayor cantidad de volcanes dormidos del país

Fotos: Sierra de Volcanes

La Sierra de Volcanes es una extensión impresionante en Guadalajara, Jalisco.

 

La Sierra Volcanes en el Estado de Jalisco tiene más de 240,000 hectáreas de bosque y una imponente panorámica. Además de ser la cuna del mejor mariachi del mundo, tiene destinos como Jilotlán de los dolores, Santa María del Oro, Tolimán, Pihuamo, Tecalitlán, Tuxpan, Tonila y Zapotitlán de Vadillo; donde puedes disfrutar de la mejor gastronomía de la ciudad con un estilo mexicano tradicional.

Además, Jalisco es una tierra de volcanes ya que hay alrededor de 600. Se puede decir que en Jalisco hay 600 de los más de 2,000 volcanes que hay en México; aunque solo 42 volcanes son reconocidos, hay quienes sostienen que existen exactamente muchos más, pero casi ninguno está activo ni es peligroso.

La Primavera o El Coli es una caldera volcánica activa en el Estado. Aquí es posible encontrar hasta 20 estructuras en la extensa área, desde Mesa El Burro, al Volcán del Colli, pasando por El Chapulín. Su formación original está fechada en la época del Pleistoceno tardío, y hoy representa un peligro para su vecina Guadalajara.

El imponente Volcán de Colima, ubicado entre Jalisco y Colima, es el lugar en donde están los 600 volcanes dormidos, de los cuales no se ha registrado ninguna erupción histórica, puesto que son muy viejos y han pasado, por lo menos, miles de años desde su última activación.

 

Es por eso que para los jaliscienses no ha sido complicado vivir una tierra de volcanes, aunque podrían activarse en cualquier momento. De todos los volcanes, El Colima, el único volcán activo de Jalisco.

Este volcán ha registrado actividad volcánica en varias ocasiones; de hecho, en más de 40 desde 1576. Las que más destacan son las del 2005, donde se produjo una columna eruptiva que alcanzó 4 km sobre el volcán, arrojó cenizas de roca y piroclastos. Desde de enero del 2013 se ha clasificado en actividad creciente.

Debido al aumento en su actividad, el volcán está en constante vigilancia.​ Como consecuencia de esta última erupción, se formó un cráter que alcanzó en ocasiones una profundidad de hasta 60 m. La actividad fue en aumento, por lo que los gobiernos de los estados circunvecinos han estado en extrema vigilancia de la actividad volcánica.

El viernes 10 de julio del mismo 2015, se presentó una erupción mayor, que obligó a evacuar poblaciones en las zonas contiguas al volcán.6