Fotos: INAH
Los objetos encontrados formarán parte del Museo del Ferrocarril de Reynosa que abrirá sus puertas este 2023.
Ya se anunció que pronto se podrá visitar el Museo del Ferrocarril de Reynosa, una de las mayores infraestructuras de esta ciudad con lo que se pretende activar comercialmente la zona, además de atraer al turismo local, regional y extranjero.
Se trata de un Museo que registra el proceso del tren de esta ciudad fronteriza que a pesar de que continúa usándose para transportar carga, lo más icónico del sitio era el ferrocarril de pasajeros que duró en funcionamiento más de un siglo, y prestó su último servicio hasta 15 de febrero de 1997, dejando atrás una serie de vestigios que están siendo recuperados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así que tanto la restauración de un edificio de la primera mitad del siglo XX –correspondiente a la bodega de la antigua estación del ferrocarril–, como la excavación en la zona donde estará el nuevo museo, así como los trabajos de supervisión y salvamento arqueológico en el área del inmueble, han posibilitado el hallazgo de diversas piezas arqueológicas.
De hecho, en lo que va del 2020 a este (abril) 2023, el personal del Centro INAH, tiene registro del hallazgo de diversos elementos de arqueología industrial, como lo son rieles de hierro, escarpias o clavos y eclisas que pertenecían a las vías pretéritas.
Asimismo, se han hallado alrededor de 50 rieles, cuya longitud en total, suma aproximadamente un kilómetro, y se han encontrado fragmentados y cubiertos por el concreto que con el paso del tiempo los envolvió. Junto con estos elementos metálicos –algunos de los cuales conservan inscripciones que denotan su elaboración en la Compañía Fundidora de Hierro y Acero de Monterrey, Nuevo León– se localizaron tiestos de loza fina blanca, vidriada, mayólica, termocrisa y gres de finales del siglo XIX y mediados del XX.
Otras piezas halladas han sido botellas de vidrio usadas para guardar aceite, medicina, productos de limpieza y, en mayor medida, refrescos y cerveza, los cuales dan cuenta de la vida cotidiana en la estación ferroviaria. También se identificó la cimentación de la antigua estación de Reynosa, aledaña a la citada bodega, del primer cuarto del siglo XX. De acuerdo con Velázquez León, la importancia de recuperar estos objetos es que servirán para develar la historia de este municipio, y generar un sentido de pertenencia y arraigo entre los reynosenses.
Y como la ciudad de Reynosa es una ciudad relativamente joven, ya que fue trasladada a inicios del siglo XIX como una solución a las inundaciones que la otrora Villa de Nuestra Señora de Guadalupe sufría en su emplazamiento original; “Asimismo, dada su condición fronteriza, se ha vuelto una ciudad de tránsito, a la que acuden muchos mexicanos, centroamericanos e, incluso, personas del continente africano que buscan llegar a Estados Unidos”.
Lo anterior ha hecho difícil generar un sentido de pertenencia en la localidad. No obstante, estos descubrimientos arqueológicos permiten que el pasado, a primera vista ausente, aflore nuevamente.
“No se necesita ser tamaulipeco o reynosense para tener arraigo y sentir orgullo de este patrimonio”, finaliza Seidy Guadalupe Velázquez al comentar que la mayor parte de los trabajadores que participaron en la recuperación y la limpieza de los pesados rieles, eran migrantes procedentes de Veracruz.
En la antesala de que concluya la construcción del Museo del Ferrocarril, todos los materiales arqueológicos descubiertos están bajo resguardo del Ayuntamiento de Reynosa, con el objetivo de que, una vez que se cuente con las condiciones necesarias, sean incorporados y expuestos en el nuevo recinto.