Fotos: INAH
Varios de los esqueletos hallados fueron encontrados en posturas que remiten diversas costumbres funerarias.
Un grupo de arqueólogos de Baja California Sur, hallaron cuatro entierros humanos de las culturas guaycura y pericú en la zona de El Conchalito.
Dichos grupos coexistieron en esa zona de la Ensenada, La Paz durante tres milenios, pero desde la llegada de los españoles comenzaron a ser cada vez menos hasta que desaparecieron en el siglo XIX.
Además de los entierros se encontraron otros restos materiales de actividades funerarias, de pesca, caza, manufactura de herramientas, molienda, recolección de moluscos y consumo de alimentos. También fue posible extraer una cantidad importante de materiales líticos tallados y pulidos, además de diversos restos de moluscos.
Este 2023, fueron descubiertas nuevas variantes de enterramiento dentro del patrón funerario La Jolla, identificada en un salvamento arqueológico que permitió la recuperación de 20 contextos mortuorios. El hallazgo fue derivado de un convenio para labores de salvamento arqueológico de una empresa de gas natural.
Los arqueólogos responsables fueron Rubén García Lozano y Gengis Ovilla Rayo, quienes excavaron 24 campamentos de grupos de cazadores recolectores marisqueros, con antigüedades que alcanzan el periodo de los 5,500 a los 1,300 años antes del presente.
Dichos contextos domésticos y rituales fueron excavados y documentados por un equipo de 11 arqueólogos y 48 trabajadores. Asimismo, se rescataron numerosos restos de conchas marinas, producto del consumo humano, característicos de estos grupos nómadas y seminómadas, se localizaron los 20 contextos mortuorios citados: 16 corresponden a inhumaciones humanas, dos a cremaciones humanas y un par más a entierros de cánidos.
Sobre las inhumaciones humanas, ocho guardaban una posición boca abajo, la cual no se había documentado en el área noroccidental de Baja California; mientras que, de las ocho restantes, tres estaban flexionadas de costado, dos semiflexionadas y tres indeterminadas.
Se ha indagado que 14 de los 16 esqueletos corresponden a adultos quienes, junto con dos infantes que fueron sepultados cerca de las áreas domésticas, y que algunos fueron cubiertos con piedras.
Falta identificación de simbolismos sobre las posiciones de los hallazgos, así como registros de las prácticas funerarias conocidas para la cultura La Jolla, la cual se extendió desde la costa norte de Baja California hasta la costa sur de California, en un periodo que va de 8,000 a 1,300 años antes del presente.
Sobre las cremaciones, los arqueólogos señalaron que estas se reconocen por la presencia abundante de carbón y la evidencia de exposición térmica en huesos, los cuales corresponden a dos individuos. El par de contextos permite confirmar su liga con la tradición funeraria de la cultura yumana, introducida hace 1,300 años antes del presente en esta región de Baja California.
Además de los contextos óseos, en los diversos frentes de trabajo se registraron alrededor de 300 vestigios de hogueras, a manera de acumulaciones de rocas, cada uno de los cuales fue retirado y resguardado, previo registro tridimensional con dibujo y fotografía.
Próximos a los fogones se recuperaron herramientas y objetos de cultura material (cuchillos, raspadores, puntas de proyectil y ornamentos, entre otros), además de los citados restos arqueofaunísticos de conchas de abulón, mejillón, pequeños caracoles, placas de caparazones de erizo de mar, restos de peces y de mamíferos marinos y terrestres.