La historia del claustro medieval que fue traído a México piedra por piedra

La historia de cómo llegó a nuestro país un claustro medieval procedente de España.

Fundado en 1973 y ubicado en el sur de la ciudad, sobre la Avenida Revolución, se encuentra el Instituto Cultural Helénico, espacio que ofrece una extensa oferta de cursos, diplomados, licenciaturas y maestrías, además de espectáculos, obras de teatro y talleres. Este centro cultural también alberga uno de los tesoros arquitectónicos más espectaculares de nuestra ciudad, una capilla y un claustro medievales. patio La capilla gótica del siglo XIV y el claustro románico del siglo XIII, aún en pie, hacen gala de su inconmensurable y antigua belleza, pero ¿cómo es que un claustro y una capilla medievales llegaron a la colonia Guadalupe Inn, en el sur de la Ciudad de México. fachada Cuenta la historia que entre 1925 y 1926 el magnate y coleccionista estadounidense William Randolp Hearst (personaje que, como dato curioso, inspiró a Orson Welles para crear a su legendario personaje, Charles Foster Kane) encontró tanto la capilla como el claustro, en ruinas, cerca de la comunidad de Ávila, en España. Siendo un hombre sin limitaciones económicas y un amante del arte y la arquitectura, organizó que ambas edificaciones fueran desmontadas (numerando cada una de las piedras), empacadas y trasladadas en barco al puerto de Nueva York. William Randolp Hearst A causa de la epidemia de fiebre aftosa que en ese entonces azotaba a España, el cargamento fue puesto en cuarentena durante 30 meses, periodo que terminó empatándose con la fuerte crisis económica de 1929. A partir de 1930, Hearst enfrentó fuertes dificultades monetarias, y las piedras medievales quedaron arrinconadas en una bodega en Nueva York durante dos décadas. En 1951, cuando el estadounidense murió, las piedras (labradas seis siglos atrás en España y aún embaladas) fueron puestas en venta por sus herederos. interior En 1953, mientras Nicolás González Jáuregui, empresario y coleccionista queretano, visitaba Nueva York, se enteró de la venta del invaluable tesoro y decidió comprar el lote para traerlo a la Ciudad de México y reconstruirlo (con ayuda del arquitecto Luis Ortiz Macedo) dentro de su propiedad ubicada al norte del pueblo de San Ángel, parte de lo que alguna vez fue la Hacienda de Guadalupe y hoy es la colonia Guadalupe Inn. Los espacios vacíos (por piedras que se habían perdido o que estaban dañadas desde su origen en España) fueron llenados por Jáuregui con otras piedras y estructuras, entre ellas la portada plateresca de una iglesia que fue traída de Guanajuato. Esta edificación y su historia no sólo son un fantástico cuento sobre el destino, son relevantes porque, como máquinas del tiempo, son capaces de trasladarnos a un lugar y una época muy lejanos de los nuestros… cch

Instituto Cultural Helénico

Dirección: Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, Álvaro Obregón, 01020 Ciudad de México, CDMX

Imágenes: Instituto Cultural Helénico

Twitter de la autora: @imissmaria


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